DISCREPAN LAS ALCALDESAS
Son las dos capitales más importantes, las dos más visitadas. Madrid y Barcelona viven en gran medida de quienes llegan de fuera, de visita o de compras. Ahora, sus nuevas alcaldesas apuestan por proyectos diferentes que pueden cambiar ese equilibrio.
Por un lado, Manuela Carmena, lo ha dicho hoy, quiere potenciar más el sector turístico de su ciudad. Nada de moratoria, en respuesta a la ya implantada en Barcelona. Fue una de las primeras medidas que tomó Ada Colau: durante un año Barcelona no abrirá nuevos hoteles, hostales, pensiones o apartamentos.
Todo lo contrario a Madrid. Dos políticas turísticas distintas: una apuesta por acelerar el sector, otra por frenarlo. Los hoteleros de Madrid dicen que el camino correcto es el primero. Lo que sorprende es esa diferencia en un sector tan importante para la economía, en dos dos ciudades tan similares según las grandes cifras.
Madrid el año pasado recibió más de 8 millones de turistas, por 7,5 millones la Ciudad Condal. En la capital de España pasaron 16,5 millones de noches, por 17 millones en Barcelona. Lo que gastan los visitantes cada día en una y otra es parecido.
El sector en Madrid dice aprender de los errores de Barcelona. Por ejemplo los alojamientos ilegales que se han multiplicado en la Ciudad Condal y que su ayuntamiento pone como excusa para congelar las licencias durante este año.