LAS AUTORIDADES HAN RECOMENDADO ACUDIR CON TIEMPO Y CON PACIENCIA
Barcelona es una ciudad blindada. Se han triplicado el número de agentes de servicio y se han tomado distintas medidas para garantizar la seguridad como quitar las papeleras de los alrededores del Camp Nou, prohibir introducir en el estadio mochilas grandes o aparcar en los aledaños desde las ocho de la mañana.
El consejero de Interior del gobierno autonómico, Jordi Jané, ha explicado en una rueda de prensa que la entrada al estadio del Barcelona tendrá más controles y requerirá más tiempo, por lo que ha pedido "paciencia" a los seguidores de ambos equipos.
Las puertas del Camp Nou se abrirán unas tres horas antes del inicio del partido y las personas que acudan a presenciarlo pasarán controles especiales y algunos objetos podrán ser introducidos al estadio, aunque el consejero no ha especificado cuáles.
Además, varias dependencias del Barcelona, como el Museo, que permanecerá cerrarado para evitar riesgos.
"La seguridad tiene un peaje, que son más controles", ha argumentado Jané, que ha considerado que, a pesar de todo, "la sociedad asume" esta situación.