EN LA CLAUSURA DEL CONGRESO DE FAES
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha recomendado al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que haga política en Cataluña sumando "voluntades" para articular una alternativa "amplia" al independentismo y que se aplique la Constitución con "normalidad".
A su entender, en vez de lamentar la "deslealtad" de los independentistas hay que trabajar "democráticamente y en serio" para que no sigan gobernando. "Hacer política ahora es sentar las bases de esa alternativa y decirlo claramente", ha declarado Aznar en la clausura del curso de verano de FAES 2017 celebrado en San Lorenzo de El Escorial, en el que ha estado acompañado por su esposa y exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, el portavoz del PP, Pablo Casado, y el exsecretario de Estado Gabriel Elorriaga, que ha dirigido esta semana el curso de la fundación FAES bajo el título 'Pensar el futuro de Europa: política, economía y seguridad".
Aznar considera que en Cataluña hay que procurar un "cambio estratégico": "Hacer política es ganar votos, movilizar y fortalecer una sociedad civil que no quiere que el independentismo usurpe su identidad".
El presidente de FAES ha señalado que el Gobierno que dirige Carles Puigdemont utiliza el "órdago" como forma de conducirse en política y ha recalcado que si sigue en esa situación "irreductible" como está ahora, "los medios legítimos de la Constitución y del Estado de Derecho no serán una opción" sino el "deber de las instituciones democráticas de mantener la legalidad".
"Frente a los que han decretado ilegítimamente un estado de excepción en Cataluña, propongamos la normalidad de la Constitución y la ley", ha afirmado, para subrayar que en democracia, la normalidad es la Carta Magna y la ley mientras que lo "excepcional y lo destructivo" es "desafiarlas".
Asimismo, Aznar ha hecho hincapié en la fragmentación parlamentaria que hay en el actual Parlamento, con el PP con solo 137 diputados. En esta coyuntura, ha dicho que son "necesarias fórmulas de cooperación más estrechas y más comprometidas que los acuerdos de investidura o los pactos más o menos episódicos", dado que, a su juicio, hay que seguir con las reformas. "Con un Parlamento fragmentado como nunca, debe preocuparnos el abandono de las reformas, que siguen siendo necesarias", ha abundado, para recordar que esa responsabilidad de seguir con las reformas corresponde tanto al Gobierno como a los partidos del arco parlamentario.