PP
En el PP de Feijóo dejan la puerta abierta a que Pablo Casado participe en futuros actos de campaña después de no haberle invitado a la Intermunicipal de Valencia
Alejado de la política y más volcado en su familia. Poco más se sabe de la nueva vida de Pablo Casado un año después de esa fatídica semana que terminó con su salida del Partido Popular. Desde que Feijóo cogió las riendas del partido, Casado ha optado por guardar silencio. La última vez que le vimos en un acto público fue en abril, en el Congreso Nacional de Sevilla. Allí dejaba claro que abandonaba la política y renunciaba, al mismo tiempo, a la oferta que le había hecho Feijóo para quedarse en el PP europeo: “Lo mejor es que dé un paso al lado para dejar mi escaño en el Congreso y cualquier responsabilidad del PP”, dijo Casado.
En ese mismo discurso el ya exlíder del PP añadió: “Pero volveré para lo que necesitéis, para ayudar a este gran proyecto y apoyar a quien hoy recoge el testigo”. De momento, a lo largo de este año, el nuevo equipo de Alberto Núñez Feijóo no ha contado con él. Hace unas semanas celebró su Intermunicipal, en Valencia, un importante acto con el que se daba el pistoletazo de salida a la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales. En el escenario, Feijóo reunió a los dos expresidentes, Mariano Rajoy y José María Aznar. Era es el primer acto público de los tres juntos. El partido presumía de unidad pero Pablo Casado no fue invitado al acto, algo que no ha sentaba bien a parte de su entorno porque creen que "han intentado borrar su etapa en el partido".
Génova le abre la puerta
En el nuevo PP, ahora dejan la puerta abierta a que Pablo Casado participe en futuros actos del partido. El portavoz de campaña quiere dejar claro que "contamos con todo el mundo, sobre todo con quienes han tenido responsabilidades dentro del PP. Espero que lo podamos ir viendo en los próximos meses", ha dicho Borja Sémper. "No miramos con el retrovisor", dice Sémper. No quieren mirar atrás, a lo que ocurrió ahora hace justo un año y que ha sido una de las mayores crisis del PP.
Los momentos clave
El origen está en la amistad y después enemistad entre Casado y Ayuso. Tras una relación ya deteriorada, hay un hecho clave que hace estallar todo por los aires: el 16 de febrero se publica que personas del núcleo duro de Casado contactaron con detectives para investigar al hermano de la presidenta madrileña. A partir de ahí comienza un cruce de reproches, desmentidos, ruedas de prensa, comunicados, reuniones, y dimisiones.
El entonces líder del PP, en una entrevista de radio, señala directamente a Ayuso y , sin saberlo, cava su tumba política. Se produce una de las imágenes más simbólicas de esta crisis, miles de seguidores de la presidenta madrileña se concentran en la puerta de Génova y piden la dimisión de Casado.
Se refugia en la séptima planta de la sede, en su despacho. Casado va perdiendo apoyos no solo entre los militantes sino también entre los suyos. El alcalde de Madrid, Martínez Almeida, deja la portavocía nacional. Se producen las primeras dimisiones y quienes apoyaban al líder del PP huyen antes de que se hunda el barco. Ni siquiera la dimisión del secretario general García Egea (a quien tantas veces habían pedido que cesara) era ya suficiente.
El 23 de febrero se despide del Congreso en su última sesión de control. Por la tarde le esperaba la cita más amarga, en Génova con los barones del partido. Todos pidieron su marcha y allí pactaron cómo y cuándo. Esa madrugada, Casado ya dejó su ser presidente del Partido Popular aunque no se hizo oficial hasta el Congreso de abril en Sevilla, donde le dio el relevo a Alberto Núñez Feijóo.