DANA
En zonas como Alcanar, en Tarragona, y Cobisa, Toledo, los destrozos siguen siendo visibles. Siguen trabajando por recuperar algunos enseres y limpiar sus casas. Algunos, denuncian robos.
Es la fuerza del agua por las calles de Alcanar, en Tarragona. Allí las fuertes lluvias del miércoles provocaron numerosos daños. Tres días después, la imagen es la de casas destrozadas y negocios. Las calles que continúan completamente embarradas. Los vecinos de las zonas más afectadas siguen trabajando sin parar para limpiar sus calles después de los destrozos provocados por la tormenta. En Cobisa, en Toledo, arrasó más de 100 casas.
Las calles de Cobisa siguen llenas de barro días después de que cayera la tromba de agua. Ahora, las pertenencias y los muebles continúan en la calle porque las casas han quedado vacías. Toda una vida de esfuerzo para familias que lo acumulan todo en el barro. Dan gracias por no haber sufrido ninguna pérdida personal, aunque han muerto algunas mascotas. Ahora, intentan recuperarse como pueden, pero los ladrones no les están poniendo las cosas muy fáciles porque intentan llevarse lo poco que queda.
En Alcanar, los vecinos han estado trabajando sin descanso para que poco a poco se pueda volver a la normalidad. Sobre todo, agradecen las muestras de solidaridad porque hasta aquí se han desplazado más de 150 voluntarios desde diferentes lugares para poder aportar su granito de arena. Han venido desde Castellón, desde Valencia o Barcelona. Algunos vecinos comentan que todavía no han podido regresar a sus casas y que lo han perdido prácticamente todo. El siguiente paso es calcular los daños y no se descarta decretar Alcanar como zona catastrófica.
Días de trabajo
Tres días después, los destrozos siguen siendo visibles en Alcanar. Muchos establecimientos siguen llenos de lodo: "Nos vamos a quedar todo el fin de semana hasta que quede esto digno". Los vecinos tratan de salvar algunos recuerdos como fotografías de toda una vida.
En Cobisa, Toledo, también tratan de volver a la normalidad, aunque saben que todavía "queda mucho tiempo" hasta que se pueda volver poco a poco a la normalidad. "Intentaremos salir como se pueda", comenta un vecino.
En algunos casos, familias enteras trabajan sin descanso. Lara acababa de reformar su cocina tras el paso de la borrasca Filomena. "El sábado se terminó y ahora toca otra vez empezar de cero", explica con resignación.
"Lo hemos perdido todo y lo poco que nos queda nos lo están robando", denuncia una vecina. Los robos se suman ahora a los destrozos. Soraya también lo ha perdido todo. "Mi casa está inservible, los enseres destrozados lo he perdido todo, en décimas de segundo se acaba todo", explica emocionada.
Por eso, esperan que los seguros y las ayudas les permitan empezar de cero.