El tiempo
El ciclón tropical afectará a España con lluvias abundantes y los expertos no descartan fuertes granizadas.
Los restos del huracán Danielle llegarán a España transformados en borrasca a finales de esta semana y principios de la que viene. Todo apunta a que dejará fuertes rachas de viento en amplias zonas del país, de unos 40 kilómetros por hora, un aumento de la nubosidad y abundantes lluvias en buena parte de España, especialmente en el norte del país: en Galicia y puntos de alta montaña. Asimismo, los expertos no descartan fuertes granizadas, como la vivida esta semana pasada que provocó la muerte de una niña, en algunas provincias.
Aunque sus efectos son, a simple vista según los expertos, similares a los de "cualquier borrasca otoñal profunda", con su llegada se rompería la tendencia de sequía que llevamos sufriendo desde hace meses en España y que ha sido un factor clave para la propagación de cientos de incendios por toda la Península Ibérica.
Además, el mercurio también se verá afectado. Las temperaturas sufrirán un notable descenso en los próximos días en gran parte del país. En Córdoba, por ejemplo, se esperan 37 grados de máxima para el domingo, una de las temperaturas más altas para la jornada, mientras que para el lunes, tan solo un día después, se prevé que no se alcancen los 30ºC.
Galicia, la comunidad más afectada
Atendiendo a las previsiones meteorológicas, Galicia será la comunidad más afectada con la llegada de esta nueva borrasca atlántica. En sus costas y en zonas de alta montaña del noroeste peninsular las lluvias serán mucho más abundantes que en el resto del país.
No obstante, aún hay cierta incertidumbre sobre cómo se irá extendiendo al resto de la mitad occidental de la península pues, aseguran, "es difícil anticipar las trayectorias de este tipo de sistemas atmosféricos a varios días".
En un principio, este huracán, denominado Danielle, no estaba previsto que llegase a tocar suelo español. Ahora, sin embargo, ya se prevé que sus restos lo hagan.
Será una de las primeras grandes borrascas que entren a España tras el fin de un verano marcado por las altas temperaturas y la sequía.