Fondos marinos
Un estudio de la Universidad de Barcelona alerta de que incluso en las áreas marinas protegidas no se protege la diversidad genética de las especies formadoras de los hábitats marinos, como los corales, las gorgonias o las macroalgas.
Las especies clave en los ecosistemas marinos están actualmente bajo la amenaza del cambio climático y otras perturbaciones derivadas de la actividad humana. Hablamos de gorgonias, corales, algas, fanerógamas marinas, etc. Especies que se conocen como formadoras de los hábitats marinos.
Estos organismos que ayudan a generar y estructurar los paisajes submarinos son refugio natural de otras especies. Además, aportan biomasa y complejidad a los fondos marinos. Ahora, un estudio publicado en la revista 'Global Ecology and Biogeography' alerta de que incluso en las áreas marinas protegidas no se protege la diversidad genética de las especies estructurales. También ha colaborado el Centro Interdisciplinario de Investigación Marina y Ambiental de Portugal y el Instituto de Ciencias del Mar.
La importancia de la diversidad genética
Tradicionalmente, los planes de gestión y conservación de la biodiversidad del medio marino han considerado factores como la riqueza de las especies. La diversidad genética, otro componente principal de la biodiversidad, refleja la variedad genética que existe entre organismos de la misma especie y es determinante en la capacidad adaptativa de las poblaciones y su supervivencia.
Pese a su importancia, la diversidad genética ha sido obviada hasta ahora en los planes de gestión y conservación. "La diversidad genética tiene un papel clave para potenciar una mayor capacidad de las especies, poblaciones y comunidades para adaptarse a los rápidos cambios ambientales derivados del cambio climático y aumentar así su resiliencia", detalla la investigadora Laura Figuerola-Ferrando, primera autora del estudio y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.
Del Atlántico noroccidental al golfo de Guinea
El nuevo estudio aplica técnicas de la macrogenética para identificar patrones genéticos generales de diversas especies marinas en grandes escalas espaciales. Se han analizado más de 9300 poblaciones de 140 especies en distintas regiones marinas en todo el planeta.
Las provincias del Atlántico noroccidental y el golfo de Bengala son las regiones donde se ha identificado una mayor diversidad genética en especies paisajistas marinas. En el Mediterráneo también se han identificado unos valores bastante elevados (por encima de la media global). Por el contrario, las provincias marinas con valores más bajos de la diversidad genética son el golfo de Guinea y el Atlántico suroccidental.
Los autores han identificado también un patrón específico en la distribución de la diversidad genética de las especies formadoras de hábitats marinos que difiere de los modelos tradicionales conocidos hasta ahora. "Se trata de un patrón latitudinal bimodal. Es un modelo biogeográfico complejo e implica que si modelamos cómo varía la diversidad genética de estas especies con la latitud, encontramos dos picos en zonas templadas y un pequeño hundimiento de la diversidad genética en el ecuador", detalla la catedrática y profesora de ICREA Academia Cristina Linares, una de las coordinadoras del estudio junto a Jean-Baptiste Ledoux.
Este descubrimiento científico es relevante porque hasta hace pocas décadas se consideraba que la distribución de la biodiversidad en el planeta seguía un patrón unimodal, es decir, tenía valores máximos en el ecuador y decrecía en dirección a los polos.