Sostenibilidad
Transformar los residuos plásticos en distintos combustibles es ya una realidad. Varias empresas anuncian procesos exitosos para conseguir gasolina del reciclaje.
En nuestro día a día los plásticos están muy presentes y nos proporcionan una serie de beneficios y hacen nuestras vidas mucho más cómodas. Aun así la tendencia en nuestra sociedad es de reducir progresivamente su uso debido al elevado impacto medioambiental y sobre la salud, que suponen su residuos y la degradación de éstos.
Desde hace muchos años la sociedad trata de encontrar soluciones al problema de los millones de toneladas de desechos plásticos que se producen cada año a lo largo y ancho de todo el planeta.
Aunque los materiales plásticos se obtienen de la celulosa, el carbón, el gas natural o la sal; la mayoría del plástico se fabrica a partir de un refinado del petróleo. Aunque el origen de los plásticos pueda hacernos pensar: ¿Podría hacerse el camino inverso? La respuesta es que no es tan sencillo.
Uno de los principales problemas que presentan este tipo de procesos era la eficiencia, pero recientemente una empresa española habría desarrollado un proceso que permitiría la conversión de plásticos en hidrocarburos de forma eficiente y rentable, capaz de convertir un kilogramo de plástico en aproximadamente un litro de combustible.
La compañía en cuestión habría conseguido reducir la energía necesaria para la conversión hasta casi 1kW de potencia por litro de hidrocarburo, que tendrían un coste inferior a los 10 céntimos de euro. También se habrían minimizado las emisiones derivadas del proceso, manteniéndolas un 80% inferiores al máximo permitido.
En un primer proceso, se lleva a cabo una rotura de la cadena molecular del plástico, originando un gas que se transforma en un líquido, al ser enfriado, formado por gasóleo, gasolina y queroseno. Una vez separados, el gasóleo obtenido es perfectamente compatible para su uso en calderas de hogares o motores diésel de automóviles o embarcaciones, y su nivel de calidad es muy similar al que podremos encontrar en las gasolineras. En el caso de desear obtener un compuesto para motores de gasolina, se necesitaría de un proceso de destilación adicional.
Esta tecnología, aunque no es una novedad, sí lo es su optimización, y además no necesita de un mantenimiento costoso ni complicado; la sustitución de un filtro cada pocas semanas bastaría para mantener la valiosa conversión a un nivel óptimo.
La maquinaria necesaria para realizar el reciclaje de plástico en combustible es variada en cuanto al tamaño, actualmente el dispositivo más pequeño sería capaz de transformar diariamente 240 kilogramos de residuo y el mayor, hasta 8.000 kg. Por este motivo, amortizar a día de hoy cada máquina no sería rentable para los usuarios particulares o las familias.
En el caso de cooperativas, industrias o comunidades que sí produzcan esa cantidad de 'basura plástica', también podría emplearse para reducir gastos comunes como el de calefacción.
Desde luego, esta tecnología sí puede representar una buena inversión para empresas de reciclaje, que además suelen ver cómo buena parte de sus gastos se producen en el transporte de los deshechos. Además podría evitar la quema de residuos plásticos no reutilizables e incluso proporcionar ingresos adicionales si se llega a comercializar el combustible obtenido.
Con la optimización de este mecanismo surgen nuevas oportunidades, ya que podría originarse un nuevo servicio de obtención de combustible a partir del reciclaje del residuo plástico propio. Todo esto podría abrir la puerta a que sea sustituido el contenedor amarillo , en parte, por negocios que permitieran a los particulares 'fabricar' su propia gasolina, a partir del deshecho plástico que genere cada uno en su casa. Algo así como una planta de reciclaje-gasolinera.
De cara a una sociedad más sostenible y que reduzca al máximo su impacto en el medio ambiente a través del reciclaje y la reutilización de los recursos, numerosos sectores reclaman medidas de recompensa económica para promover y favorecer estas iniciativas, que contribuirían sin duda a su desarrollo y éxito.
Desde luego, cualquier medida en este sentido combatiría significativamente uno de los grandes problemas de contaminación que existen actualmente. Así, la presencia de plásticos en las playas, bosques, o montañas, pase a ser algún día, algo del pasado.