PARA PERMITIR ENMIENDAS
El Gobierno se ha visto ya con el PNV y hoy seguirá las reuniones con otros grupos. Trata de conseguir todo el apoyo posible para aprobar mañana por decreto la Reforma Laboral en Consejo de Ministros.
Aunque, finalmente, el texto se tramitará como proyecto de ley.
Así, la reforma entrará en vigor, pero seguirá abierta a posibles cambios de los grupos políticos.
Y es precisamente esta parte la que más les asusta, ya que cualquier modificación que incluyeran les expondría a compartir con el Gobierno el desgaste político que supone abaratar el despido.
Desde el PSOE, su secretaria de organización, Leire Pajín, asegura que se trata de una reforma laboral profunda y pide al Partido Popular que deje las palabras huecas y diga si está de acuerdo.
Los populares aseguran estar dispuestos a dialogar y critican que ahora el Gobierno tenga prisa.
CIU también critica que el Gobierno les este presionando para que cambien ellos los aspectos más polémicos de la reforma.
La tensión es tanta que incluso llegó a poner en peligro la reunión de Durán con los socialistas, por culpa de un malentendido. Finalmente se mantiene el encuentro, aunque hizo falta la rectificación de Leire Pajín y una llamada de Zapatero.