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Calor en el trabajo

Multas de hasta un millón de euros por no aplicar la ley que protege a los trabajadores del calor

Las multas por incumplir la ley sobre los trabajos al aire libre y que prohíbe los trabajos en el exterior en caso de alertas por altas temperaturas pueden alcanzar el millón de euros.

Pico y pala sobre asfalto. Si en el exterior el mercurio marca los 40 grados, trabajar a pie de obra puede subir la temperatura mucho más. En mayo se aprobó la la ley sobre los trabajos al aire libre que prohíbe los trabajos en el exterior en caso de alertas por altas temperaturas. Este lunes tenía que aplicarse, pero los inspectores de trabajo, que tendrían que estar este lunes -fecha en la que comienza a aplicarse la ley- supervisando que se cumpla, están de huelga.

Esta primera ola de calor del verano ha activado las alertas, especialmente en Andalucía, por temperaturas máximas que registrarán hasta 44 grados. En la campiña cordobesa y en la sevillana los termómetros subirán hasta este valor, según la Aemet, que también avisa de que en las provincias de Cádiz, Granada y Huelva hay nivel naranja por máximas de entre 39 y 43 grados.

Extremadura tiene aviso naranja en toda la comunidad por valores diurnos entre los 39 y 42 grados, en un horario entre las 13 y las 21:00 horas, y por mínimas que alcanzarán los 22 grados.

La Comunidad de Madrid también se verá afectada por el sofocante calor con valores que llegarán a los 40 grados en el sur, las vegas y el oeste; en el área metropolitana y Henares se prevén hasta 39 grados; y en áreas de la sierra se alcanzarán los 37 grados en localidades por debajo de los 1000 metros de altitud.

Hay oficios donde es más complicado soportar esta ola de calor: en la agricultura, en la construcción y en todos los sectores donde el trabajo se realice en la calle. Al respecto, un obrero de Sevilla que trabaja asfaltando calles asegura que "se aguante la ola de calor hasta que se vaya, y aquí aguantaremos hasta las tres de la tarde".

La ley puede obligar a la empresa a paralizar el trabajo

Aguantar si se puede y si no habría que aplicar la ley, es decir, parar la actividad si no hay otra forma de proteger al trabajador. En mayo se aprobó una nueva norma que obliga al empresario a "tomar medidas adecuadas para la protección de los trabajadores que trabajen al aire libre o en lugares que no puedan cerrarse". Una ley para hacer frente a cualquier riesgo relacionado con fenómenos meteorológicos adversos de cualquier tipo, no solo de calor, aunque el texto sí especifica que "incluyendo elevadas temperaturas o vientos extremos".

Las empresas que incumplan la ley pueden llegar a enfrentarse a multas de hasta un millón de euros.

"Nos organizamos de forma diferente cuando aprieta el calor"

En algunas obras, algunas empresas ya han tomado medidas desde este mismo lunes y han cambiado los turnos de trabajo: "Vamos a trabajar de noche", nos cuenta un operario.

Cambiar los turnos es una opción, la misma que ha aplicado Francisco. Él tiene una empresa de jardinería y sus 9 trabajadores, ahora con el calor, tienen otro horario. "Nos organizamos de forma diferente cuando aprieta el calor. Podemos acortar los turnos o adelantarlos para no estar tantas horas expuestos al calor y si es necesario paralizar el trabajo, lo hacemos también".

Huelga de los inspectores de trabajo

Hay que evitar los golpes de calor y las empresas tienen que buscar los medios para minimizar cualquier peligro para la salud del empleado. Los inspectores de trabajo pueden actuar pero, precisamente este lunes, han comenzado una huelga indefinida. "Esta huelga va a impedir vigilar que se cumplan las normas promulgadas por el Gobierno", asegura Luis Tobajas, del Sindicato de Inspectores de Trabajo.

Los sindicatos convocantes piden al Gobierno que termine la legislatura cumpliendo con el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y con el acuerdo de julio de 2021 para dotar de más efectivos al organismo. La plantilla de la Inspección está compuesta por 3000 efectivos, de los que 2200 son inspectores y subinspectores y el resto, personal de estructura, que deben atender a 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, 1,4 millones de empresas y 10 millones de pensionistas.

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