CRISIS ECONÓMICA
La empresa de productos y servicios fotográficos Eastman Kodak negó que planee acogerse a la ley de quiebras y frenó así su desplome en Wall Street, en respuesta a los rumores sobre la posibilidad de que se declarara en bancarrota que le habían llevado a perder más de la mitad de su valor en bolsa.
"Estamos comprometidos con cumplir todas nuestras obligaciones y no tenemos intención de declararnos en bancarrota", afirmó la empresa en un comunicado, en el que subrayó que sigue buscando de forma activa materializar la venta de su portafolio de más de un millar de patentes tecnológicas para digitalizar imágenes.
Los títulos de la compañía, que habían llegado a desplomarse más del 60% a lo largo de la sesión en la Bolsa de Nueva York y que cerraron con un fuerte retroceso del 53,83%, subían el 34,60% en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados animadas por la declaración de la compañía.
La centenaria empresa con sede en Rochester (Nueva York) se había desplomado de forma tan contundente después de que el diario The Wall Street Journal publicó que Kodak había contratado los servicios de la firma de abogados Jones Day, especializada en procesos de reestructuración. Kodak, que sigue centrada en encontrar una estrategia para ser una compañía digital "rentable", explicó en su comunicado que no es extraño que una empresa "en transformación" explore "todas las opciones" y busque consejo en una "variedad de asesores externos", incluidos "legales y financieros".
"Jones Day es uno de los muchos asesores con los que Kodak está trabajando", detalló la empresa sobre su relación con una firma especializada en asesorar a empresas en procesos de reestructuración, pero que también ofrece a sus clientes otras maneras de mejorar sus finanzas. Las acciones de Kodak ya habían perdido el lunes una cuarta parte de su valor bursátil después de que reconoció el pasado viernes ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que se le había concedido un préstamo de 160 millones de dólares "con propósitos corporativos".
En la presentación de sus últimas cuentas a finales de julio, Kodak anunció que en el primer semestre del año perdió 425 millones de dólares, casi ocho veces más que en el mismo periodo de 2010, y que su facturación hasta el 30 de junio llegó a 2.807 millones de dólares, el 19% menos que respecto a la primera mitad de 2010.
En ese momento, el presidente y consejero delegado de la empresa, el español Antonio Pérez, aseguró que aunque tenían muchos "retos" por delante", confiaba en el futuro de Kodak y en su capacidad para atraer inversiones para completar su transformación "en una compañía especializada en el ámbito fotográfico digital".