IPC
El IPC definitivo escala y se sitúa en el 6%, una subida menor de la esperada por el dato adelantado, pero con una fuerte subida del precio de los alimentos.
El precio de la vida se está encareciendo. Se conoce ya el dato definitivo del mes de febrero: el IPC sube una décima con respecto al dato de enero y se reduce también una décima respecto al dato adelantado, situándose en el 6% -en tasa interanual-. Son dos meses de subidas consecutivas en su tasa interanual las que se registran en este 2023.
La subida del Índice de Precios de Consumo del mes de febrero se acentúa con una escalada fuerte en el encarecimientos de los productos de alimentación, que suben un 16,6%.
La inflación subyacente, –que no contabiliza ni alimentos frescos ni energía– se sitúa en el 7,6%, y alcanza su tasa más alta desde diciembre de 1986. El dato también es una décima más que hace un mes, según los datos definitivos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En la tasa mensual, además, se aprecia una subida del 0,9% en el índice general y del 0,7% en la subyacente con respecto a enero. En el siguiente gráfico puede observar la evolución del IPC.
Los alimentos suben un 16,6%
Otro mes de subidas de precios que afectan especialmente a los alimentos. Estos datos confirman que la presión sobre los precios de los alimentos sigue aumentando y se ha incrementado en febrero un 16,6% en tasa interanual, , más de un punto por encima de la del mes anterior y a pesar de la rebaja del IVA a algunos alimentos.
Los precios de los alimentos, especialmente de los productos frescos, siguen aumentando. También aumenta el precio de las legumbres, hortalizas y la carne, así como el hecho de que el pescado y el marisco bajaron sus precios menos que el año pasado.
También afecta, aunque en sentido contrario, la leche, queso y huevos, que aumentan sus precios menos que en 2022.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos dan una explicación al encarecimiento de los alimentos frescos en febrero: "Legumbres y hortalizas, y también frutas frescas, han experimentado una reducción puntual de la oferta como consecuencia de unas condiciones climáticas desfavorables, en España y en otros países comunitarios, que ha provocado un incremento de precios por el aumento de la demanda internacional", ha apuntado.
¿Qué dice la gente en la calle?
Los ciudadanos confirman que los precios de los alimentos no han dejado de subir. "Entrar en el supermercado y todo ha subido", señalan, destacando también el aumento de precios de "la carne, el pescado, la leche o los huevos".
El monedero lo nota y con el dinero que gastábamos antes en la cesta ahora no nos llega. "Antes con 40 euros compraba ahora lo mismo vale 70", explican. El ejemplo más claro, el bocadillo: "de costar 1,75 a 2,50 euros".
La solución para el ciudadano es comprar menos o no comprar, pero también muestran sus sospechas de que “alguien se lo tiene que estar llevando".