Iberdrola
El parque, situado en la región de Bretaña, abastecerá a 835.000 personas y representa el proyecto de ingeniería más desafiante de la compañía.
Iberdrola ha inaugurado oficialmente este jueves el parque eólico marino de Saint Brieuc, ubicado en el Canal de la Mancha, consolidándose como el mayor de su tipo en la región. El proyecto, en el que la compañía ha invertido 2.400 millones de euros, cuenta con una capacidad de 496 megavatios (MW) y será capaz de generar 1.820 gigavatios/hora (GWh) al año. Esto permitirá abastecer la demanda energética de 835.000 personas, equivalente al 9% del consumo eléctrico total de la región de Bretaña.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, presidió la ceremonia de inauguración, destacando los grandes retos que supuso la construcción del parque. "Desde el punto de vista de la ingeniería, es el proyecto más difícil que hemos tenido nunca", afirmó. Galán explicó que el proyecto se enfrentó a obstáculos importantes, como las duras condiciones del suelo marino, compuesto principalmente por basalto, las grandes mareas de la zona y problemas en la cadena de suministro, además de los requisitos ambientales y sociales. "Es un ejemplo de nuestro compromiso con la sostenibilidad y con la reindustrialización de Europa", añadió, agradeciendo el apoyo del presidente francés Emmanuel Macron, quien impulsó el proyecto.
El parque cuenta con 62 turbinas de 8 MW de potencia y 207 metros de altura, fabricadas por Siemens Gamesa, distribuidas en una superficie de 75 kilómetros cuadrados a 16 kilómetros de la costa francesa. Esta infraestructura, que entró en operación en mayo, es el cuarto parque eólico marino que Iberdrola pone en funcionamiento, uniéndose a los de West of Duddon Sands en el mar de Irlanda, Wikinger en el mar Báltico y East Anglia ONE, uno de los más grandes del mundo en el mar del Norte.
El desarrollo del parque movilizó a más de 150 empresas europeas, 60 de ellas españolas. Las plataformas que sostienen los aerogeneradores fueron construidas por el consorcio Navantia-Windar en Fene (A Coruña) y Avilés (Asturias), generando más de 1.700 empleos en Francia y 500 en Bretaña. La participación española en el proyecto ha sido significativa, con empresas como Siemens Gamesa, Haizea Wind y la canaria Iprocel.
Durante la inauguración, Galán también comentó sobre el futuro de la energía eólica marina en España, señalando que las profundidades del mar en la costa española obligan a usar plataformas flotantes, cuyo coste es significativamente mayor que las actuales plataformas ancladas al lecho marino. A pesar de estos desafíos, Iberdrola sigue comprometida con la expansión de la energía eólica marina a nivel mundial, con planes de inversión hasta 2029 que superarán los 25.000 millones de euros.
El parque de Saint Brieuc refuerza la apuesta de Iberdrola por las energías renovables, contribuyendo a la descarbonización de Europa y afianzando su liderazgo en el sector eólico marino.
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