INVIRTIÓ 125.000 EUROS

Un empleado de Bankia recupera sus preferentes porque ni él entendía su riesgo

Un prejubilado de Bankia recuperará los 125.000 euros que invirtió en preferentes por consejo de sus compañeros de oficina, porque la juez que ha estudiado su caso estima que ni siquiera una persona con su perfil de empleado de banca estaba preparada para comprender sus riesgos.

El Juzgado de Telde, en Gran Canaria ha estimado la demanda que interpuso contra Bankia un antiguo empleado de Bankia, que inviertió sus preferentes por consejo de sus compañeros de oficina. El prejubilado ha alegado que pensaba que estaba contratando un depósito a plazo fijo, no un producto complejo y con grandes riesgos.

Bankia ha contestado en su defensa que el demandante había consentido en contratar ese producto a pesar de que, al someterse al test de idoneidad, dio negativo, que tenía experiencia en inversiones en el mercado de valores y que, por su perfil profesional, conocía las implicaciones de lo que suponía poner su dinero en preferentes.

La sentencia dicta ahora que las preferentes son "un instrumento complejo y de elevado riesgo", por lo que, para evitar errores de consentimiento, es necesario que quien las comercializa ofrezca al inversor suficiente información para que comprenda sus implicaciones. En este caso, la juez declara probado que el banco "relativizó" los riesgos en los que incurría este inversor.

De hecho, remarca que el director de la sucursal donde trabajó este antiguo empleado ha reconocido que, cuando le vendió las preferentes, "no se le pasó por la cabeza que se cerrara el mercado secundario", ni tampoco que "La Caja quebrara", ni que el capital invertido pudiera perderse como consecuencia de todo ello.

La juez considera que se transmitió al demandante "la idea de un producto sencillo, cuyos riesgos eran tan remotos" que el que contrataba podía pensar que estaba ante un instrumento de inversión con capital garantizado. La juez entiende que, "pese a trabajar en la banca, el demandante no se presenta como un experto en la contratación de este tipo de productos", ni tampoco era "un experto inversor". Estima además que Bankia colaboró de forma determinante a que el demandante invirtiera en un producto que no era conveniente para su perfil de riesgo.

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