Efectivo vs tarjeta: el dinero en metálico sigue siendo el método de pago más usado en España

Estamos cada vez más acostumbrados a pagar con tarjeta y, no solo eso, directamente desde el móvil. Ahora ni siquiera hace falta recordar un código PIN, los reconocimientos faciales y táctiles que ya incorporan la mayoría de nuestros teléfonos nos permiten pagar sin hacer el menor esfuerzo. Aun así, el efectivo sigue estando muy presente. Tanto que el 66% de las compras que se hacen en tiendas físicas se pagan en metálico. Son datos del Banco de España que, a priori, pueden sorprender pero que reflejan que seguimos usando diariamente billetes y monedas, aunque no tanto como antes de la pandemia, cuando el 83% de los pagos se hacían en efectivo.

Todo esto, según el organismo, refleja una rápida "reducción del uso de efectivo como medio de pago, en especial, tras la irrupción del COVID-19, que ha intensificado el proceso de digitalización de la economía". "En ese momento, falsamente se hizo campaña con que era más seguro pagar con tarjeta", apunta la economista Ana Comellas. "Tanto desde el Banco de España como desde el Banco Central Europeo, se han hecho muchas pruebas y los billetes y monedas tienen un montón de propiedades antibacterianas, es decir, es muy difícil que transmitan ninguna enfermedad", añade Comellas.

¿Quiénes son los que más pagan en efectivo?

Según el estudio del Banco de España, los que más uso hacen del efectivo son "las personas de mayor edad" que lo utilizan, dice el informe, "con más intensidad". Aunque, también ellos, se están digitalizando. De hecho, la utilización de medios de pago digitales para las compras presenciales en este grupo "ha aumentado de forma semejante a lo observado en otros grupos de edad". Si ponemos la lupa sobre Europa, este año, el 59% de las compras en la eurozona se han hecho en efectivo. España se mantiene como uno de los países donde mayor peso tiene el cash pero también está entre los que más baja su uso desde la pandemia.

¿Desaparecerán las monedas y los billetes?

Al contrario de lo que muchos pueden imaginar, las monedas y los billetes están muy vivos todavía. Un datos significativo es que el número de billetes emitidos no ha parado de crecer. Cuando salió el euro, en 2002, había cinco mil millones de billetes en circulación y, ahora mismo, hay seis veces más, treinta mil millones de billetes. "En época de crisis, cuando hay dudas, nos gusta tener dinero en efectivo", explica Ana Comellas, que asegura que, de momento, no va a desaparecer, "porque hay muchos colectivos que lo siguen utilizando y, además, nos da tranquilidad porque es algo tangible y físico".