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Hostelería

¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar como clientes a cambio de mejorar las condiciones laborales de los camareros?

Los hosteleros están adoptando medidas como la subida de sueldos o la especialización para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores.

Jornadas extremadamente largas, salarios bajos o grandes cargas de trabajo. La mala reputación persigue al sector hostelero, pero parece que tiene los días contados. O eso pretenden, en Galicia, empresarios y asociaciones que buscan el camino hacia una nueva hostelería a través de medidas que dignifiquen la profesión.

"Era algo necesario", dice Martin Pais. Él es gerente del resaturante Orixe, en el corazón de Compostela, y uno de esos empresarios que ya han puesto en marcha medidas para mejorar las condiciones laborales de sus empleados. "Abrimos el local solamente para ofrecer los servicios de comidas y cenas, lo que nos permite ajustar nuestros turnos a las ocho horas establecidas al día. Para conseguirlo, somos muy estrictos con los horarios de nuestros servicios. Si cerramos las cocinas a las 15:15, la última reserva que cogemos es para las 14:30, así evitamos las largas sobremesas que nos obligan a prolongar nuestras horas de trabajo y podemos ir a casa a descansar", explica este empresario.

Otras medidas que ya están adoptando numerosos establecimientos pasan por la subida de sueldos o la especialización. Así lo cuenta Thor Rodríguez, presidente de la asociación de hosteleros de Santiago: "El futuro de la hostelería pasa por los negocios especializados: cafeterías que sólo ofrezcan cafés, no desayunos, comidas y cenas; restaurantes de comida específica, no con amplias cartas, sino centrados en un producto estrella, ya sea el marisco o las tortillas; y todo esto acompañado con personal cualificado para cada puesto de trabajo concreto, gente con una formación y una categoría profesional que requiera un sueldo mayor".

Rodríguez advierte de que todo esto conllevará un subida de precios para los clientes aunque "no será ni muy grande ni repentina" y subraya que esta subida de precios "es consecuencia de la inflación, de la subida generalizada de la materia prima y de todo tipo de productos y servicios implicados".

¿Y qué opina la calle? Hemos preguntado a varios clientes si estarían dispuestos a pagar 8 euros por una caña o 5 por un café y nos hemos encontrado con variedad de opiniones. Desde un "no" rotundo al "ya lo hemos pagado" pasando por el clásico "depende del lugar y las vistas". Sin embargo, todos coinciden al entender los motivos: "Si es para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la hostelería, estaría dispuesto a hacer el esfuerzo". Una conciencia social que es muy importante para lograr ese cambio en un sector castigado que repercutirá, además, en una mejor calidad del servicio.

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