LA TECNOLOGÍA REINVENTA LA FORMA DE IR DE COMPRAS
Se dice que un comercio es inteligente porque está dotado de una tecnología capaz de registrar todos nuestros pasos. Por ejemplo, cuando nos paramos a mirar un escaparate, o cuando cogemos un artículo que nos gusta. En ese momento, recibimos en nuestro teléfono una promoción concreta y personalizada de los artículos sobre los que hemos demostrado interés.
La condición es que cuando entramos en uno de estos edificios nos descarguemos una aplicación determinada. Desde ese momento, todos nuestros gustos y hábitos de compra van directos de nuestro teléfono al sistema inteligente de la gran superficie.
Los clientes que pasen por los escaparates y suelan ir a la tienda habitualmente, recibirán todas las promociones y ofertas a través del móvil. Se trata de una tecnología como muchas posibilidades. De hecho, los grandes almacenes pueden contar cuantos niños hay en el centro y organizar fiestas y eventos cuando el número de pequeños llegue a una cifra satisfactoria.
Además, se están diseñando pulseras para que los padres puedan tener controlados a distancia a sus hijos y acabar con el miedo a perder a los hijos en mitad de una aglomeración.