Consumo
Desde la pandemia compramos menos bienes duraderos, como coches o ropa. Por eso, tenemos cada vez armarios más prácticos, más cápsula.
El reciente informe sobre proyecciones macroeconómicas del Banco de España refleja un cambio significativo en el consumo de las familias españolas tras la pandemia. A pesar del crecimiento en la renta bruta debido al aumento del empleo y los salarios, los hogares están gastando menos, especialmente en bienes duraderos o semiduraderos como coches, ropa y calzado. En lugar de reorganizar estos gastos hacia otros productos o experiencias, las familias están optando por ahorrar, priorizando la estabilidad económica ante posibles imprevistos.
Este comportamiento no se observa en los hogares encabezados por personas mayores de 65 años, cuyos niveles de consumo se han recuperado a los niveles prepandemia, especialmente entre pensionistas. En este grupo, la estabilidad de las pensiones y el hecho de que muchos ya no tienen responsabilidades familiares directas les permite mantener un nivel de gasto similar al de antes de la crisis sanitaria. Por el contrario, los hogares de nacionalidades extranjeras han reducido su consumo aún más que los hogares de nacionalidad española. Las razones detrás de esta diferencia podrían estar relacionadas con factores como la incertidumbre económica o un acceso más limitado a los mismos niveles de empleo y seguridad social que disfrutan los ciudadanos españoles.
En cuanto a la moda, uno de los factores que podría explicar la disminución en la compra de ropa es la popularización del concepto de los "armarios cápsula". Esta tendencia, que promueve un guardarropa minimalista y funcional, con prendas básicas y de buena calidad, ha ganado tracción en redes sociales, especialmente entre personas que buscan simplificar sus vidas y reducir el impacto ambiental de sus decisiones de compra. Al enfocarse en un consumo más sostenible y práctico, los armarios cápsula encajan con la preferencia actual por gastar menos en ropa y calzado en España, en un contexto donde la conciencia sobre la moda rápida y sus efectos negativos ha ido en aumento.
Este fenómeno de los armarios cápsula, término ya acuñado en el siglo XX, no solo se ve como una solución económica, sino también como una respuesta a la saturación de opciones que ofrece la industria de la moda. La idea de tener un conjunto de prendas versátiles y combinables que elimina la necesidad de comprar continuamente nuevas prendas, ya que las piezas seleccionadas pueden adaptarse a diferentes ocasiones y estaciones del año. Además, se observa que este estilo de consumo permite a los usuarios invertir en ropa de mayor calidad, lo que a largo plazo reduce la necesidad de renovar constantemente el guardarropa. Dentro de estos armarios habría ropa básica de tonos neutros, como americanas, vaqueros o camisetas de colores como blanco, gris o azul marino.
El impacto de esta tendencia ha sido notable, especialmente en un momento en el que las personas valoran más la durabilidad y funcionalidad de los productos que adquieren. Los armarios cápsula están ahora en todas las redes sociales, donde influyentes y usuarios comunes comparten sus combinaciones y recomendaciones sobre cómo adoptar este enfoque. Se ha hecho especialmente popular entre aquellos que buscan un consumo responsable, sostenible y acorde con la situación económica actual. También representa una opción óptima ahora que, como vemos también en España, muchos optan por invertir menos en ropa, adaptándose a un estilo de vida más consciente.
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