RETIRARON EFECTIVO POR VALOR DE 15,2 MILLONES DE EUROS
La Fiscalía Anticorrupción ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu investigar a 86 consejeros y directivos de Caja Madrid que cargaron en sus tarjetas de empresa gastos privados, como estancias en hoteles, compras en el sector de la alimentación, almuerzos en restaurantes o retiraron efectivo, por valor de 15,2 millones de euros en el periodo comprendido entre 2003 y 2012.
Fiscalía incoa diligencias por delito societario y apropiación indebida
En un decreto el fiscal jefe de Anticorrupción, Antonio Salinas, incoa diligencias por posibles delito societario y de apropiación indebida sobre estos hechos y designa para su instrucción a los fiscales Luis Rodríguez Sol y Alejandro Luzón, después de que Bankia haya comunicado este posible uso irregular de las tarjetas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y este órgano trasladara la información al Ministerio Público.
El departamento de Auditoría Interna de Bankia detectó que varias tarjetas de crédito proporcionadas inicialmente por Caja Madrid y después por el grupo bancario a sus directivos y consejeros habrían sido utilizadas en algunos casos para fines no vinculados con su actividad profesional.
Devuelven 200.000 euros sin justificar
Bankia ha logrado que su expresidente Rodrigo Rato y los exdirectivos José Manuel Fernández Norniella, Ildefonso Sánchez-Barcoj y Matías Amat, devuelvan 200.000 euros que habían gastado sin justificar con tarjetas de crédito que les fueron entregadas por el banco antes de su nacionalización.
Habrían retirado efectivo, por valor de 15,2 millones de euros entre 2003 y 2012
En concreto, las tarjetas se asignaron cuando Rato presidía Bankia, siguiendo una práctica que procedía de la etapa de Miguel Blesa en Caja Madrid, según han explicado fuentes del grupo que preside hoy en día José Ignacio Goirigolzarri.
Dentro del procedimiento habitual de análisis de operaciones que desarrolla la dirección de auditoría interna de Bankia, la entidad detectó que algunos de sus exdirectivos habían disfrutado de tarjetas de crédito emitidas al margen del circuito establecido con carácter general y ordinario en el banco.
Una vez revisada la situación, y tras comprobarse que no constaba ningún acuerdo para la asignación de estas tarjetas y los gastos efectuados con ellas no correspondían a actividades profesionales o gastos de representación, el equipo de Goirigolzarri tomó la determinación de exigir a los citados exdirectivos la devolución del dinero que habían gastado.
Estas tarjetas se dieron de baja tras la llegada de Goirigolzarri a la presidencia de Bankia, el 9 de mayo de 2012, coincidiendo con la salida de Rato y Norniella, a las que posteriormente se sumarían las de Sánchez-Barcoj y Amat.