Un anteproyecto de ley del Gobierno obligará a cambiar el mobiliario de las terrazas a miles de bares

En España se calcula que en los últimos diez años se cierran unos diez bares cada día. La competencia de las grandes cadenas azota al sector. Además, ahora el Ministerio de Sanidad quiere prohibir el mobiliario patrocinado por bebidas alcohólicas para prevenir el consumo entre menores de edad.

Las clásicas sillas y mesas de plástico de los bares con publicidad de cervezas o de otro tipo de bebida alcohólica tienen los días contados. El Gobierno prepara un proyecto de ley que impedirá que el mobiliario de las terrazas de los bares que se encuentran a menos de 200 metros de alguna zona infantil anuncien bebidas alcohólicas, afectando incluso a las bebidas 0,0.

Al pasear por el barrio bilbaíno de San Ignacio, comprobamos que esta normativa le afectará a la mayoría. Muchos establecimientos cuentan con este tipo de sillas, mesas e incluso servilleteros, y están rodeados de zonas infantiles como colegios o parques, entre otros.

Isabel, del bar Noak, comenta que no le ve ningún sentido a la medida. "Me van a obligar a cambiar todas las sillas con el dinero que cuesta", concluye.

No es el único problema al que se enfrentan los bares de siempre, ejemplo de esto sería el cierre masivo de bares a nivel nacional. En el bar Politena nos comentan que este tipo de locales tienen que pagar demasiados impuestos, lo que les pone las cosas muy difíciles. Además, desde la cafetería Presley nos apuntan que también se están dando dificultades en cuanto al relevo generacional. Cuando el padre se jubila, los hijos no quieren continuar, y el local tiene que ponerse en alquiler o a la venta, comenta a Antena 3 Noticias.

Desde el bar Osasuna nos trasladan otra de las dificultades con las a las que se están enfrentando últimamente estos establecimientos: la complejidad a la hora de encontrar trabajadores. Señalan que los jóvenes no tienen interés en jornadas de tantas horas, en las que se suelen incluir trabajar sábados, domingos y festivos.

Algunos locales de este tipo cierran y vuelven a reabrir con un espíritu más sofisticado, que constituye un tipo de negocio que ofrece más beneficios que el bar de toda la vida. En el bar Politena nos subrayan que cada vez más los jóvenes apuestan por locales más modernos y de moda y que está a la baja el clásico poteo, es decir, la tradición de ir de un bar a otro tomando vasos o potes de vino.

Sin embargo, entre los clientes no todo el mundo ve bien este cambio. Una mujer nos dice que en este tipo de establecimientos hosteleros más sofisticados al final todo es más caro. "Lo chic tiene un precio", subraya. Un hombre que toma algo en una terraza concuerda y defiende que no quiere pagar más por su desayuno. Otro resalta que los locales tipo gastrobar pueden estar más pensados para el turismo, y que el equilibrio entre bares y estos debería ser lo óptimo.

Ya lo saben. Cuídenlos. Su bar de siempre puede tener los días contados.

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