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Ahorro energético

Algunos pequeños comerciantes, al borde de la ruina por las puertas automáticas: "No tenemos esos miles de euros”

El decreto obliga a instalar antes del 30 de septiembre un sistema de cierre de puertas automático para impedir que se gaste energía cuando quedan abiertas.

El real decreto de ahorro energético que el Ejecutivo aprobó a principios de agosto obligaba a instalar antes del 30 de septiembre un sistema de cierre de puertas automático para impedir que se gaste energía cuando quedan abiertas. Sin embargo, solo un 10% de los comercios de España tienen instalados el sistema automático de cierre de puertas que exige el decreto del gobierno.

Según el Artículo 29, apartado Tres del Real Decreto-Ley 14/2022: "Los edificios y locales con acceso desde la calle incluidos en el ámbito de aplicación de la I.T. 3.8 del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), dispondrán de un sistema de cierre de puertas adecuado, [...] con el fin de impedir que éstas permanezcan abiertas permanentemente".

Es una de las medidas para ahorrar energía y reducir el consumo. Pero instalar puertas automáticas requiere un desembolso económico, que para muchos - especialmente el pequeño comercio - es inasumible. "Nos hemos informado, pero ahora mismo no podemos asumir el coste que supone colocar puertas automáticas", explica la dueña de una pequeña tienda de ropa.

Las multas previstas en caso de incumplimiento de las medidas recogidas en el decreto de ahorro energético pueden llegar a 60.000 euros, aunque la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró ya en agosto que el objetivo es impulsar el cambio y no sancionar.

El gran comercio y las marcas del retail más conocidas son las que avanzan a mejor velocidad en la instalación de estos sistemas de cierre, con los que en muchos casos ya contaban.

Además, muchas tiendas ocupan locales de alquiler y han tenido que pedir permiso a los propietarios para llevar a cabo la instalación de las puertas si se requieren obras, lo que, al mismo tiempo, temen que les acabe por suponer incrementos de la renta.

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