Triatlón
Si hacer un triatlón pone a prueba los límites de cada uno, imagina hacerlo sin un brazo. Pepo lo perdió por un cáncer con 14 años, pero en Barcelona ha nadado 1 kilómetro, peleado 60 en bici y corrido 10. Su sonrisa delata lo que significa para él.
En la vida del atleta ecuatoriano, la lucha contra las adversidades ha estado siempre presente, sin embargo, con su "pasión por el deporte, la aventura y el aprendizaje continuo" como el dice, las adversidades solo han sido un aliciente más en su hambre constante de ser mejor de lo que era el día anterior.
Un bromista, que hace humor con si situación o con su "50% de joga bonito" como el dice por su descendencia materna de Brasil, algo que le ha convertido en un ejemplo no solo de superación, sino además de afrontar los obstáculos de la vida.
Todo comenzó a los 14 años, cuando jugando al baloncesto en el colegio se fracturó un brazo, y tras realizarse una biopsia, le descubrieron un osteosarcoma en su brazo izquierdo, lo que obligaría a su amputación para evitar que se extendiese. Recuerda aquel momento como si fuese ayer "En ese momento sentí que me cortaban las alas, sin embargo, descubrí que para volar no hacen falta las alas".
Ahora ha logrado lo que se propuso hace apenas tres meses: completar un triatlón. No escogió la opción más fácil, sino que se decantó por la modalidad ‘short’ que consta de 950 metros de nado, 60 kilómetros de bicicleta y 10 kilómetros corriendo. Se empezó a preparar el 1 de febrero sin haber nadado antes, y sin tener si quiera una bicicleta. Entrenando dos veces a la semana y con mucha dedicación, lo ha logrado, con un tiempo de 2 horas 55 minutos ha demostrado que, si se lo propone, no existen imposibles ni obstáculos que paren sus ganas de seguir mejorando.