PRIMERA DIVISIÓN JORNADA 27 | GRANADA 0-1 ATLÉTICO
Y de nuevo Griezmann. De nuevo El Principito ha vuelto a ser el rey del Atlético en un partido. El que solucionó un partido, otro partido, espesísimo del Atlético. El cuadro rojiblanco, en un encuentro sin ninguno de sus '9' disponible, derrotó por 0-1 al Granada con un tanto del galo en el 38 de la segunda parte. Justo cuanto todo parecía abocado al empate, tres puntos más para un equipo que seguirá siendo de Champions.
El Atlético mostró su versión Liga. Su versión más espesa, más lenta. Más tímida. Lo hizo a pesar de ser sabedor de que una victoria apretaba de nuevo la tercera plaza, y a pesar de ser sabedor también de que el Granada ha sumado por victorias sus tres úlitmos partidos como local. Así las cosas, y a pesar de la clara diferencia en clasificación y presupuesto, los nazaríes tomaron el mando del balón y del partido en el primer acto.
Aún así, pocas ocasiones para los locales ante una zaga férrea y ante un ataque que las pocas que tuvo, y que creó, las hacía peligrosas. Primero con Carrasco, con un cabezazo que se fue fuera por muy poco nada más comenzar el envite. A la contra, el Atleti parecía capaz de anotar ante un Ochoa que veía frente a él demasiado espacio en su defensa. Pero nada, pocas ocasiones y muchos kilómetros por parte de uno y otro, y escasa claridad.
Todo podía pasar. El cuadro de Simeone no tenía ni mucho menos el control de nada, ni tampoco tenía maniatado a un Granada peleón, intenso y con fuerza que sabe que la permanencia pasa por sacar como sea sus partidos de casa. Eso sí, tras el descanso las ocasiones, pocas como en la primera mitad, fueron para los pupilos del Cholo. Sobre todo dos, con Griezmann y con Carrasco como protagonista con dos tiros secos y rasos que se fueron desviados por muy poco.
El duelo fue ganando en intensidad y en ritmo con el paso de los minutos, y el centro del campo fue desapareciendo a la misma velocidad para dar paso a ataques en la búsqueda de un gol desesperado. Desesperado, desorganizado y nervioso en el caso de un Atlético que cada vez tenía menos ideas. Menos aún tras la marcha de Gaitán por Giménez en un cambio que llegó en los mejores minutos del argentino. Cuanto más tiempo pasaba menos parecía capaz el cuadro madrileño de marcar, y más posible era el 1-0 del Granada.
Sin embargo, apareció el de siempre. Apareció Antoine Griezmann. Y de nuevo, lo hizo cuando menos esperanzas quedaba. El francés aprovechó un enorme centro de Koke para poner, de cabeza y al segundo palo de Ochoa, el cuero en las redes de los nazaríes para el júbilo y el éxtasis de Simeone y de Germnán Burgos. Sí, ese gol bien podía y puede valer un pase a Champions. Y un pase directo si el Atleti acaba tercero.
Como suele ser costumbre en Liga, sufriendo ganó el Atlético. Sufriendo se hizo con una nueva victoria crucial pues en el siguiente partido el Sevilla visita el Vicente Calderón en un duelo directo por la tercera plaza. De momento, y pase lo que pase esta jornada, los de Simeone duermen en Champions. El Granada, por su parte, tendrá que seguir peleando para ser equipo de Primera el próximo curso.