Eileen Gu, ¿heroína o villana?

Eileen Gu, de 18 años, nacida y criada en San Francisco, decidió en 2019 competir por China, el país natal de su madre. La esquiadora es amada y odiada a partes iguales. En China es una estrella mientras en EEUU aún no entienden que haya decidido competir por un país que no respeta los derechos humanos. En EEUU, temen que el gobierno chino la utilice para hacer propaganda.

Su imagen está en todos los centros comerciales, en las paradas de autobús, en anuncios y en las portadas de las versiones chinas de Vogue, Elle e InStyle. Tiene acuerdos de patrocinio con una impresionante lista de empresas que incluye el Banco de China, China Mobile y la compañía láctea Mengniu. Es también modelo de la agencia IMG, vuela en avión privado a sus compromisos profesionales por todo el mundo. Además tiene compromisos con marcas de esquí y Red Bull, Tiffany, Victoria´s Secret o IWC.

La historia de Eileen Gu

Eileen Gu nació en San Francisco en 2003. Hija de una madre china y un padre estadounidense. De él se sabe que se tituló en la Universidad de Harvard. Sin embargo, no hay más pistas ni ningún otro registro público del padre de Gu. Ella siempre ha rehusado responder cuando se le pregunta por la figura paterna.

Eileen se crió en un exclusivo barrio de San Francisco con vistas al Golden Gate, en una casa que vive con su madre y su abuela. Gu habla con fluidez el chino mandarín y ha visitado Pekín casi todos los veranos de su vida. Es una pianista de talento y una estudiante estrella. Su deporte favorito de niña era la carrera de fondo, soñaba con entrar en el equipo de campo a través de Stanford. No pasó nunca dificultades económicas, asistió una escuela privada con una matrícula anual de más de 45.000 euros al año.

En enero de 2019, con 15 años y cuando todavía representaba a Estados Unidos, ganó un Mundial de esquí en ladera en Italia. Los entrenadores estadounidenses sabían que podía ser una estrella en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 pero Gu ya había echado raíces muy profundas en China. En febrero de 2019, Gu estuvo en la primera fila de los atletas chinos que posaron con el líder del país, Xi Jinping. Unos meses más tarde, Gu anunció que iba a competir por China para ayudar a que creciera el deporte de invierno en el país asiático. La Federación Norteamericana de Esquí manifestó su decepción en un comunicado pero le deseó la mejor de las carreras

Gu ha llegado a los Juegos con esperanzas realistas de ganar tres medallas de oro, de hecho ya tiene la primera en la modalidad de esquí acrobático 'big air'. Se ha conseguido imponer en el último salto en una modalidad que acaba de incorporarse al programa olímpico invernal. El deporte de invierno en China no acaba de despegar con tanto éxito como el de verano. Las medallas en las categorías de invierno son mucho más escurridizas para la delegación asiática que ha obtenido un gran revulsivo con la incorporación de Eileen en sus filas

En China, Gu, además de otras marcas, tiene acuerdos de patrocinio con Estee Lauder, la aseguradora People´s Insurance Company o el Banco de China.