SUPERCOPA ACB | UNICAJA 94 - 79 REAL MADRID
Un gran Unicaja de Málaga bajó hoy a la tierra al Real Madrid, el campeón de todo la pasada temporada, en un partido eléctrico que augura grandes enfrentamientos entre ambos este año y permite a los malagueños soñar con su primera Supercopa Endesa si vence al Barcelona Lassa en la final.
Los primeros veinte minutos de la segunda semifinal regalaron a los espectadores un gran espectáculo en el Pabellón Martín Carpena, donde se vio un baloncesto de alto voltaje impropio del primer partido oficial de la temporada.
Desde los primeros compases, la lucha estaba bajo aros, donde saltaban chispas por el rebote. El Real Madrid parecía arrancar más entonado y empezó a tomar ventajas con un triple de Llull y una entrada a canasta de Jaycee Carroll (2-10, min 4).
Will Thomas cogió la racha
Fue entonces cuando despertó el Unicaja con ocho puntos consecutivos de Will Thomas y una excelsa reacción colectiva que permitió endosar al pentacampeón del curso pasado un parcial de 15-2 que le dio sus primeras ventajas de la noche (17-12).
La velocidad era endiablada y las canastas iban cayendo sin tiempo para digerirlas. El segundo cuarto comenzó con empate a 17 pero entre Nedovic y Kuzminskas, con diez y doce puntos y un gran acierto desde el triple, empezaron a abrir las primeras brechas en el marcador.
En el Real Madrid respondían Sergio Rodríguez con tres triples y un gran Felipe Reyes con 14 puntos y cinco rebotes, pero dos nuevos triples del base serbio y el alero lituano del Unicaja subían la ventaja a diez puntos y obligaban a Pablo Laso a pedir tiempo muerto en el minuto 15 para frenar la ofensiva cajista (38-28).
El Unicaja, imparable
Tras ir perdiendo por catorce puntos, los actuales campeones del torneo lograron enjuagar la desventaja al descanso (46-37), aunque en la reanudación siguieron sufriendo ante un extramotivado Unicaja que no paraba su producción ofensiva y ataba bien en defensa a sus rivales.
Las ventajas oscilaban entre los diez y los trece puntos. Pablo Laso, con las bajas de Rudy Fernández y Jeffery Taylor, no encontraba soluciones en el banquillo y otro tirón malagueño subía al marcador un más que esperanzador 72-52 que hacía frotarse los ojos a los más de diez mil aficionados que abarrotaban el Martín Carpena.
Con medio partido en el bolsillo, el Real Madrid se llegó a poner a trece puntos, pero los de Joan Plaza ya estaban lanzados a por la final del único título nacional que falta en sus vitrinas tras haber ganado la Liga y la Copa del Rey. Por lo visto hoy en Málaga en las dos semifinales de la Supercopa, la temporada 2015-2016 promete grandes emociones.