Aventura
Un grupo de 50 atletas han visto el mundo en una semana, corriendo un maratón diario en cada continente. De los 25 grados bajo cero de la Antártida a los 32º C que les acompañaron en Australia. Un desafío logístico y físico solo al alcance de algunos bolsillos.
Siete maratones, en siete días y por siete continentes Así se anuncia la World Marathon Challenger, un desafío en el que 50 atletas han corrido desde la Antártida hasta Miami, dando la vuelta del mundo mientras corren maratones durante una semana.
Los participantes, entre los que no había ningún español, se han enfrentado a los 25 ºC negativos de la Antártida o a los 32 ºC positivos con los que corrieron en Australia. Este desafío logístico y físico, por el que cada participante llegó a desembolsar 40.000 euros, partió desde la Antártida.
Desde allí saltaron a Ciudad del Cabo (Sudáfrica), luego a Perth (Australia), Dubái (Asia), Madrid (Europa), Fortaleza ((Brasil) y final en Miami (Estados Unidos). Una experiencia única por todo el mundo corriendo 294 kilómetros en 7 días que deja 50 historias inolvidables.
"Vi el mundo entero en una semana y pude correr un maratón en todos los continentes"
"Básicamente esto implica correr 295 kilómetros en total y hacerlo mientras viajas alrededor del mundo en 168 horas", explica Richard Donovan, directo de 'World Marathon Challenger'.
"Vi el mundo entero en una semana y pude correr un maratón en todos los continentes y gané", reconoce Deidre Keane, ganadora en categoría femenina.
Los participantes pasan cerca de 70 horas volando, 50 valientes que soportan diferencias de temperatura de un lugar a otro de de casi 50 grados. El participante de mayor edad tenía 80 años.
"Es un desafío muy exigente. Hemos tenido personas de todas las edades en el reto de este año y de diferentes nacionalidades", cuenta Richard Donovan, directo de 'World Marathon Challenger'.
"Es sentirte medio muerto pero nunca he estado tan vivo al mismo tiempo. ¡volveré!", asegura Dan Little, atleta de 80 años. El paquete euros para vuelos privados y necesidades de los deportistas rondó los 40.000 euros.