Concha Velasco
Sin lugar a dudas, Concha Velasco sabía hacer de todo en el mundo artístico. Actriz, cantante, bailarina, presentadora de televisión, y lo demostró en esta casa, su casa, Antena 3 Televisión.
Concha Velasco llegó a Antena 3 Televisión de la mano del periodista Jesús Hermida. En aquel momento Concha ya era toda una estrella del cine en nuestro país, y se ganó el puesto de presentadora en un programa hecho a su medida 'Encantada de la vida'. Entrevistas a estrellas nacionales e internacionales, actuaciones musicales de cantantes y de la propia Velasco, un programa de entretenimiento que le abrió las puertas para hacer mucha más televisión, como tomar el relevo como presentadora del programa estrella del momento, 'Sorpresa, sorpresa'. Un formato de gran éxito internacional y que repitió en nuestro país reuniendo a toda la familia frente al televisor. Este programa, además, le dio la oportunidad de seguir entrevistando a multitud de artistas a nivel mundial que cada semana dejaba con la boca abierta a toda la audiencia.
La artista, además, siguió trabajando como actriz en multitud de series de Antena 3, la primera fue 'Yo una mujer'. Le siguieron otros grandes éxitos como 'Compañeros', serie adolescente en la que Concha interpretaba a una profesora de instituto. Años más tarde el éxito volvería con 'Gran Hotel', una serie de época reconocida internacionalmente, al igual que 'Velvet'. Ya fueran papeles protagonistas o secundarios, Concha siempre ha brillado en todos los trabajos realizados por su gran nivel interpretativo.
En Antena 3, Velasco fue la encargada, junto a Constantino Romero, de despedir el año 1997 y celebrar las campanadas en la Puerta del Sol del nuevo año. Además de presentar programas, protagonizar películas y series, Concha Velasco se divirtió como nadie en 'El Gran Juego de la Oca', donde incluso llegó a ganar el programa como concursante. Y aunque no le gustaba que la imitasen, lo cierto es que en 'Tu Cara me Suena' fue Santiago Segura el encargado de meterse en la piel de la artista, la única imitación que Velasco aprobó.