Van Gogh
El incidente ha ocurrido poco después de que dos compañeras fueran sentenciadas por vandalizar Los Girasoles en 2022. Las pinturas no sufrieron daños, pero los responsables han sido detenidos.
Este viernes, tres activistas de la organización ecologista británica Just Stop Oil volvieron a protagonizar un acto de vandalismo en la National Gallery de Londres, arrojando sopa de tomate sobre dos pinturas del famoso artista holandés Vincent Van Gogh. El ataque ocurrió durante una exposición dedicada al pintor, apenas horas después de que dos de sus compañeras fueran sentenciadas por un incidente similar en octubre de 2022.
La organización confirmó el acto a través de su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), publicando un video en el que se observa a los tres activistas lanzando la sopa y gritando consignas en protesta por la continuación de nuevos proyectos de gas y petróleo. Los activistas hicieron referencia a la reciente sentencia de sus compañeras, Phoebe Plummer, de 23 años, y Anna Holland, de 22, quienes fueron condenadas a dos años y veinte meses de prisión, respectivamente. Ambas fueron declaradas culpables por dañar el marco de la famosa pintura de Van Gogh 'Los Girasoles' en 2022.
El museo emitió un comunicado informando que los tres responsables del nuevo ataque fueron detenidos y que, afortunadamente, las dos pinturas vandalizadas, ambas de la serie de *Los Girasoles*, no sufrieron daños. "Las obras han sido retiradas de la exposición para ser examinadas por un restaurador, y se encuentran intactas. Esperamos poder reabrir la muestra lo antes posible", señaló la National Gallery.
El ataque anterior, en octubre de 2022, también involucró a activistas de Just Stop Oil, quienes lanzaron sopa de tomate sobre la obra de Van Gogh de 1888. Aunque la pintura estaba protegida por un cristal, el marco dorado sufrió daños valorados en 10.000 libras (aproximadamente 12.000 euros). En aquel momento, el juez Christopher Hehir, al dictar sentencia, afirmó que las activistas "no mostraron preocupación por los posibles daños" y lamentó el riesgo de perder "un tesoro de la cultura".
Just Stop Oil ha defendido estos actos como una forma de llamar la atención sobre la crisis climática y la necesidad de poner fin a los nuevos proyectos de combustibles fósiles, aunque su táctica ha sido duramente criticada tanto por el público como por las autoridades.
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