CINCO SIGLOS DE HISTORIA

Medinaceli celebra una de las últimas fiestas del toro de fuego en Castilla y León

Es uno de los festejos más tradicionales de Castilla y León. Conmemora la llegada de los restos de unos mártires tirados por unos bueyes con antonchas en sus astas. Fue en el siglo XVI.

Más de cinco siglos de historia y los jóvenes de Medinaceli aún se unen para preparar la celebración del festejo del toro júbilo. "Por cada santo se prepara una hoguera, que conmemoran que hace años se encontró una carreta con restos de cinco mártires", explica un vecino.

Todo se prepara para recibir a un morlaco rubio de más de 300 kilos. Los jóvenes se esfuerzan por conseguir enmaromar -atar con una soga- al toro al poste y colodar sobre su cornamenta una estaca donde se colocan dos enormes bolas que se elaboran con estopa, pez, aguarrás y azufre. Al animal se le cubre con una arcilla para evitar que se queme y entonces se encienden las bolas.

 

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