Grafiti
Desde su nacimiento en los años 70, el grafiti ha sido considerado una forma de expresión artística contemporánea o vandalismo urbano. Está claro que las opiniones son diferentes, pero poco a poco ha idopasando por un proceso de madurez y estas obras ya pueden contemplarse en los museos.
Desde que se pusieron de moda en los años 70, los grafitis han estado cada vez más presentes en nuestro entorno. Las opiniones son diversas, para algunos es vandalismo urbano, pero para otros se trata de una forma de expresión artística contemporánea que merece un lugar en los museos.
Beatriz, una experta en arte que protagoniza el vídeo de la parte superior, ha mostrado a unas amigas una galería de grafitis y declara que "ahora, ese tipo de grafiti que son esas letras negras, no se sabe bien qué demonios dicen, y que además lo que están haciendo es realmente ensuciar el trabajo de otro, pues eso no es arte ni es nada" Sin embargo, "hay quienes piensan que son arte, otros que son una manera de enviar un mensaje y otros que piensan directamente que son basura. El caso es que estas representaciones no dejan indiferente a nadie y el debate se centra en si deben quedarse para siempre o deben ser eliminados sin compasión".
Está claro que las opiniones son diferentes y según Beatriz "obviamente poner una pintada con un nombre no es arte o con un insulto" pero mientras señala a un mural con diferentes estampados y colores, nos muestra que "esto que vemos aquí, sin duda". Además, ha añadido una de las ideas que podría mejorar la situación de los ciudadanos que se dedican a este tipo de arte, añadiendo que "deberían crearse más espacios para que los jóvenes y las jóvenes tengan la posibilidad de expresar su cultura".
José Félix Valdivieso, otro apasionado de este tipo de expresión ha viajado por el mundo entero y ha recopilado en un libro los ejemplos más variados. Valdivieso ha señalado que "creo que el grafiti nace para ser fugaz. Es del día. Lo que pasa es que el grafiti ya lleva un tiempo. Lleva más de treinta años, desde que empezó en los años setenta, y va pasando por un proceso de madurez y vemos ya grafitis en museos". José Félix comunica que "ya en los años 70 Brodillard, hablaba que la industrialización de las ciudades y la deshumanización de las mismas llevaban a que la gente afirmase su yo, que es eso el grafiti, la afirmación de un yo, con una firma, yo estoy aquí, yo me llamo tal, para combatir esa soledad de la urbe". Un sentimiento, el de la soledad. Junto al de la necesidad de expresarse, que es universal.