POR PRIMERA VEZ
La tumba de Mehu, un poderoso visir que vivió hace 4.300 años en la época de los primeros faraones egipcios, ha sido abierta al público por primera vez en la zona de las pirámides de Saqara, al suroeste de El Cairo.
Los frescos de vivos colores, los bajorrelieves y bellas inscripciones jeroglíficas hacen de esta tumba "una de las más bonitas y más completas" del Imperio Antiguo, según afirmó el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Mustafa Waziri.
La tumba, descubierta en 1940, se ubica a un centenar de metros de la pirámide escalonada de Zoser, el monumento de piedra más antiguo del mundo y el más importante de Saqara, la necrópolis de la antigua ciudad de Menfis, la capital de los primeros faraones.
Expertos aseguran que la tumba es "única" porque gracias a ella se ha descubierto que el dios Jentiamentiu también era venerado en la zona del delta del Nilo y no solo en el Alto Egipto, como se creía antiguamente.
El Gobierno egipcio espera atraer más turistas al país y en especial al complejo funerario de Saqara, que recibe muchos menos visitantes que las mundialmente famosas pirámides de Guiza, ubicadas unos 20 kilómetros al norte.