ACTUARÁ EN LATINOAMÉRICA
Enfundado en unos guantes de boxeo, más preparado para recibir golpes que para asestarlos, se retrata Dani Martín en "La montaña rusa", un nuevo álbum que celebra las subidas y bajadas de la vida, especialmente en las relaciones, y cuyo contenido es, confiesa, "absolutamente autobiográfico".
"Entiendo la vida como andar sobre una cuerda floja. Es compleja y nada dura para siempre. La estabilidad en el amor requiere mucha paciencia y generosidad y, en el momento vital en el que nos encontramos en el planeta, eso es muy difícil que suceda", opina el músico.
Concretamente, "La montaña rusa" (Sony Music) habla "de dos asaltos o dos combates, donde el rol cambia para el protagonista", y se abre con un sencillo, "Las ganas", en el que canta: "¿Y a dónde irán todas las ganas de querernos más? Se las llevaron nuestras ganas de querer volar".
"Lo mío es una cuestión de no rendirse a ser joven, de miedo al compromiso, de muchas cosas", revela Martín, madrileño nacido en 1977, que se niega a vivir "una rutina falsa, acomodada, porque sea lo establecido". Además de por su tono confesional, expresado en una interpretación más intensa, la canción ha sorprendido por recuperar un toque más roquero y acelerado, después de dos álbumes, tras su salida de El Canto del Loco, en los que parecía decantarse por un tono más melódico.
"Hacía como 6 años que no me salía una canción en el que las guitarras fuesen las protagonistas, pero me he reencontrado con esa energía de forma natural", comenta Martín, que estudia llevar ahora ese tono a su próxima gira, por teatros, con un repertorio "más contundente" y con estética de ring de boxeo.
Después de convertirse en el quinto artista con mayores ventas discográficas con su anterior álbum de estudio, "Dani Martín", en 2013, o de recibir el aval de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina en sus conciertos, el madrileño se ha dado el placer de grabar en los míticos estudio Abbey Road de Londres.
"Era un sueño. Tenía miedo a encontrarme un museo y que no fuera para tanto, pero es el mejor estudio del mundo, con una acústica muy difícil de encontrar en otro sitio y con una energía brutal", afirma Martín, quien ha vuelto a dejar la producción en manos de Bori Alarcón.
Entre los doce temas que integran "La montaña rusa", compuestos mayoritariamente entre Madrid y Zahara de los Atunes, en Cádiz, solo una no lleva su firma, "Madrid, Madrid, Madrid", justo la que cierra el álbum. "No me gusta cantar canciones de otros, pero tengo una admiración y relación con Leiva que me puede. Una tarde le conté el momento por el que pasaba y al día siguiente me llamó; había escrito una historia relacionada con eso y me la ofreció", cuenta.
Sentado en el patio de la escuela de arte dramático de Cristina Rota, donde estudió durante cuatro años y se sometió a funciones donde podía recibir un aplauso o un tomatazo, Martín se reconoce "oxidado" como actor y, aunque asegura que la música es su "mejor vehículo de comunicación con la vida", no le diría que "no" a un proyecto interesante, sobre todo de Pedro Almodóvar.
De momento no hay fechas confirmadas de próximos conciertos en España, sí de algunas citas en Latinoamérica para presentar el nuevo álbum. Según informa, pasará por Lima, Bogotá y México DF. "México es un país donde suceden cosas maravillosas y para mí es ese lugar para terminar de lograr emocionar. Es un regalo poder ir allí", concluye Martín, que actuará el 28 de noviembre en Lunario Auditorio Nacional de la capital mexicana.