PRIMER ESCRITOR EN CASTELLANO EN 13 AÑOS

Antonio Muñoz Molina gana el Premio Príncipe de Asturias de las Letras

Muñoz Molina es el primer escritor en lengua castellana que gana este galardón desde que en el año 2000 lo hiciera el mexicano Agusto Monterroso. El andaluz se ha impuesto a otras candidaturas como la de Luis Goytisolo, Francisco Brindes o Antonio Carvajal.

El escritor español Antonio Muñoz Molina ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013, según ha hecho público en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.

El Jurado de este Premio, convocado por la Fundación Príncipe de Asturias, estuvo presidido por José Manuel Blecua Perdices e integrado por Andrés Amorós Guardiola, Luis María Anson Oliart, Xuan Bello Fernández, Amelia Castilla Alcolado, Juan Cruz Ruiz, Luis Alberto de Cuenca y Prado, José Luis García Martín, Álex Grijelmo García, Rosa Navarro Durán, Carme Riera Guilera, Fernando Rodríguez Lafuente, Fernando Sánchez Dragó, Diana Sorensen, Sergio Vila-Sanjuán Robert y José Luis García Delgado (secretario).

Nacido en Úbeda (Jaén) en 1956, Antonio Muñoz Molina empezó a estudiar Periodismo en Madrid y se trasladó después a Granada, en cuya Universidad se licenció en Historia del Arte y donde vivió durante veinte años. Allí trabajó como funcionario, mientras colaboraba como columnista en el ya desaparecido Diario de Granada. A lo largo de los años ha seguido colaborando como articulista en la prensa, publicando en ABC, El País, Ideal o las revistas Muy Interesante y Scherzo.

Intelectual comprometido y observador escrupuloso de la realidad, Muñoz Molina concibe la escritura como un atesoramiento personal de experiencias compartidas, como “una persecución del fugitivo momento en que el recuerdo se trueca en deslumbradora certeza estética”.

Periodismo y literatura se funden en su obra, de estilo sobrio, refinado y depurado, sin artificios innecesarios y cierto tono melancólico. En 1984 publicó su primer libro, El Robinson urbano, una recopilación de los artículos aparecidos en el Diario de Granada. En su primera novela, Beatus ille, publicada en 1986, aparece ya la ciudad imaginaria de Mágina, trasunto de Úbeda, que utilizará en obras posteriores.

Con El invierno en Lisboa (1987) ganó el Premio de la Crítica y el Nacional de Narrativa y en 1991 el Premio Planeta por El jinete polaco, con el que obtuvo asimismo al año siguiente el Nacional de Narrativa.En 1989 había publicado Beltenebros. En 1992 se trasladó a Madrid y al año siguiente viajó a Estados Unidos, donde impartió docencia durante un año en la Universidad de Virginia. Había viajado por vez primera a Nueva York en 1990 y volvía en años sucesivos cada vez con más frecuencia, hasta que en 2001 y 2002 dio clases en la City University. En 2004 fue nombrado director del Instituto Cervantes en esta ciudad, en la que escribió La noche de los tiempos (2010). En la actualidad, vive entre Nueva York y Madrid.

Para Muñoz Molina “el escritor continúa el oficio inmemorial de los narradores de cuentos, que daban forma mediante relatos orales a la experiencia compartida del mundo. Contar y escuchar historias no es un capricho, ni una sofisticación intelectual: es un rasgo universal de la condición humana, que está en todas las sociedades y arranca en la primera edad de la vida”.

Es autor, además de las obras ya citadas, de las novelas El dueño del secreto (1994), Ardor guerrero (1995), Plenilunio (1997), Carlota Fainberg (1999), En ausencia de Blanca (2001), Sefarad (2001), El viento de la luna (2006), Días de diario (2007) y La noche de los tiempos (2009). 

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