SU MADRE LO HA REPUDIADO Y SU DUEÑA LO CRÍA CON BIBERONES
La naturaleza y la genética se alían a veces para dar forma a extraños caprichos. Esta vez, el protagonista ha nacido en una granja de Georgia. Es un ternero, pero muy peculiar: el animal tiene dos cabezas.
La madre no ha querido saber nada de él, probablemente por su deformidad, pero la dueña de la granja ha decidido criarlo ella misma a base de biberones.
El animal tiene dos cabezas pero un único cerebro, y eso provoca curiosas escenas a la hora de tomar el biberón: una boca realiza el movimiento de succión cuando es la otra la que está tomando el biberón.