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La NASA, "aterrorizada": "Hemos estado al borde de un desastre planetario y no nos hemos enterado"

Un satélite ruso a la deriva ha rozado uno de los satélites de la NASA. Si hubieran chocado las consecuencias podrían haber sido catastróficas.

Ilustración de la nave espacial Psyche de la NASA acercándose al asteroide del mismo nombreSinc

Un desastre planetario podría haber tenido lugar el pasado 28 de febrero de 2024, cuando un satélite ruso a la deriva rozó un satélite norteamericano. Solo se rozaron, pero, si hubieran chocado, la colisión habría creado millones de partículas hipersónicas que, según la NASA, habrían puesto en peligro la vida de los astronautas en las estaciones espaciales.

Asimismo, esa misma metralla podría haber destruido infraestructura vital para la humanidad. "Estábamos aterrados", aseguró Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA y antigua astronauta, al hablar de la colisión que estuvo a punto de suceder.

"Fue muy impactante personalmente y para todos nosotros en la NASA", afirmó Melroy en el Simposio Espacial de la Fundación Espacial celebrado en Colorado. "Si los dos satélites hubieran chocado, habríamos visto la generación de metralla [hipersónica], pequeños fragmentos que viajan a 16.000 kilómetros por hora y pueden perforar un agujero en otra nave espacial y potencialmente poner en riesgo vidas humanas", explicó.

Esto fue lo que ocurrió

El difunto satélite ruso Cosmos 2221 fue el responsable de este potencial desastre. Se desvió para acercarse a una proximidad extrema del satélite TIMED de la NASA. El acercamiento llegó a una distancia de menos de 10 metros.

El TIMED, abreviatura de Termosfera Ionosfera Mesosfera Energética y Dinámica, tiene un papel crucial en el monitoreo de la atmósfera de la Tierra, pero carece de capacidad de maniobra. En ningún caso podría haber evitado el choque.

Demasiados satélites

La órbita baja terrestre de la Tierra está abarrotada con más de 10.000 satélites, un número que se ha cuadruplicado desde 2019. A todos ellos hay que sumarles 400.000 satélites más, que ya han sido aprobados para su lanzamiento en órbita terrestre baja.

Esto hace que la complejidad y la densidad del tráfico espacial será un reto casi imposible de gestionar si no se toman medidas ya. Melroy afirma que "el problema es monumental".

El gran volumen de satélites plantea un enorme desafío para la sostenibilidad de la exploración espacial. "Ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre el número de piezas de metralla que hay en órbita porque tenemos tantos modelos por ahí. El espacio está lleno. Lo hemos estado haciendo cada vez más difícil para nosotros mismos, por lo que la NASA está avanzando que se asegurará de que hagamos lo correcto", ha asegurado la administradora adjunta de la NASA.

En este sentido, la NASA anunció recientemente su Estrategia de Sostenibilidad Espacial (ESA), un plan integral que tiene como objetivo mejorar el seguimiento, el monitoreo y la gestión de satélites y escombros orbitales.

La estrategia también se centra en el desarrollo de tecnologías para realizar maniobras de evasión de colisiones que puedan mitigar riesgos. La ESA también está realizando esfuerzos para intentar limpiar los satélites muertos mientras que varias empresas, como Airbus, Astroscale y ClearSpace, están desarrollando tecnologías para eliminar los desechos espaciales usando naves equipadas para capturar y desorbitar satélites de forma segura.

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