NASA
La misión Lucy de la NASA durará 12 años. Su objetivo es estudiar los lejanos asteroides troyanos de Júpiter, casi unas cápsulas del tiempo que pueden dar claves sobre el origen del Sistema Solar.
No hubo contratiempos. Lucy va camino de su destino. Un destino muy lejano: a más de 500 millones de kilómetros de distancia. Lucy es la primera misión espacial que explorará los asteroides troyanos que rodean Júpiter. En palabras de Adriana Ocampo, Jefa de Programas Científicos de la NASA, "es una misión de descubrimiento, de exploración que a va a ir a una parte anteriormente nunca explorada por ninguna nave espacial".
¿Qué son los asteroides troyanos?
Una nave cuyo nombre no son siglas: es el homenaje al fósil descubierto en Etiopía en 1974. La NASA va a gastar 981 millones de dólares a investigar los asteroides troyanos, esos "pequeños cuerpos" remanentes de nuestro sistema solar primitivo. El más grande tiene 250 kilómetros de diámetro. Atrapados entre la gravedad del Sol y la gravedad de Júpiter, se cree que son cerca de 7.000, orbitan como enjambres en torno al gigante gaseoso. Para los científicos es la oportunidad de investigar unas cápsulas del tiempo con más de 4.000 millones de años. "Los asteroides troyanos son como la piedra de Rosetta de la formación de nuestro Sistema Solar y contiene los secretos más interesantes de cómo se formaron estos grandes planetas, especialmente Júpiter, que ha tenido un papel muy interesante en la formación del Sistema Solar e incluso en que la vida nos llegue aquí a la Tierra" nos cuenta emocionada Ocampo.
12 años de misión
Una misión, que como todas, requerirá ser paciente. Lucy apenas ha comenzado su viaje. La misión tiene una duración de 12 años y durante ese tiempo recorrerá 6.300 millones de kilómetros. No en vano dará tres vueltas y media al Sol a una velocidad media de 15 kilómetros por segundo. Se espera que la nave sobrevuele el primer asteroide, sólo se han elegido ocho, en 2025. Porque Lucy no es el Perseverance, no se posará en ningún asteroide, la nave se limitará a estudiarlos de pasada. "Estos son viajes de sobrevuelo porque vamos a ir a velocidades tan altas, de más de 145.000 kilómetros por hora que solo tenemos la oportunidad de sobrevolar y no de orbitar". Se necesitaría demasiado combustible para reducir velocidad y Lucy genera su propia energía. La nave cuenta con dos paneles solares de más de siete metros de diámetro cada uno, cámaras robóticas, espectógrafos y seguimiento Doppler (para medir la masa) que nos proporcionará una valiosa información visual, compositiva y física.
Evitar un impacto con la Tierra
Lucy finalizará su misión en 2033 pero continuará orbitando el Sol pasando a través de los enjambres de troyanos alternos durante una eternidad. La NASA ha planeado cuidadosamente que la nave no golpee la Tierra, ni contamine ningún lugar que pueda tener vida durante más de 100.000 millones de años. Como Adriana Ocampo desea "si no le pasa nada a la misión o a la nave espacial y puede seguir funcionando, vamos a tener Lucy por mucho tiempo"