Llega el 'cometa del siglo': cuándo y cómo verlo desde España

El cometa Tsuchinshan-ATLAS, bautizado por astrónomos y aficionados como 'el cometa del siglo', es único por varias razones. Procede de la lejana nube de Oort, más allá de la órbita de Neptuno, a casi un año luz de distancia del Sol. Es un cometa no periódico, lo que significa que lo más probable es que solo pase una vez cerca de la Tierra. Además, viaja a una velocidad de 290.664 kilómetros por hora y posee un núcleo entre 6 y 15 kilómetros de diámetro.

¿Cuándo y dónde ver el cometa?

El momento crítico para el cometa será el 27 de septiembre, cuando alcanzará su perihelio, el punto más cercano al Sol en su órbita. En este momento, el intenso calor solar podría provocar su desintegración. Si sobrevive, los días clave para su observación serán el 12 y 13 de octubre, cuando pasará más cerca de la Tierra.

Si todo va según lo previsto, el cometa será visible a simple vista desde finales de septiembre hasta principios de octubre, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Estos son los mejores lugares para ver el cometa en España:

• La comarca de Pinares, Soria: Esta región, famosa por sus cielos limpios y oscuros, es ideales para la observar el cometa. La altitud y la orografía permiten disfrutar de miradores naturales como el Mirador de la Galiana y el Cañón del Río Lobos.
• Parque Regional de Gredos: Ideal para los aventureros que buscan una experiencia más intensa. Subir hasta el circo glaciar permite disfrutar del cielo estrellado en un entorno protegido.
• El Toro (Menorca): La baja altitud media permite vistas panorámicas desde lugares como Punta Nati o Cavalleria. El Monte Toro, el punto más alto de la isla, también ofrece un excelente mirador para observar el cometa.
• Ager (Lleida): Considerada la meca astronómica de Cataluña, Ager se encuentra en el entorno del Montsec, una sierra ideal para la observación nocturna. La escasa contaminación lumínica hace que este lugar sea perfecto para saludar al C/2023 A3.
• Roque de los Muchachos (La Palma): El famoso observatorio en La Palma es conocido por sus impresionantes vistas del cielo. El entorno montañoso ofrece múltiples miradores donde los aficionados pueden observar el cometa con telescopios y disfrutar de charlas sobre astronomía.
• Gúdar Javalambre (Teruel): Conocida por sus cielos despejados y oscuros, ideales para la observación astronómica. Localidades como Mora de Rubielos ofrecen un entorno pintoresco donde se puede disfrutar tanto del patrimonio cultural como del cielo estrellado.
• Corralejo (Fuerteventura): La aridez y baja contaminación lumínica de la isla ofrecen espectáculos nocturnos inigualables. Corralejo es un excelente punto de partida para explorar las montañas del norte de la isla y disfrutar del cielo despejado.

¿Se está desintegrando?

El astrónomo de la NASA Zdenek Sekanina publicó a principios de julio un artículo que sugiere que el cometa podría estar colapsando. Observó señales preocupantes aproximadamente 160 días antes del perihelio (punto más cercano al Sol), incluyendo un cese en el aumento de brillo y una cola inusualmente estrecha, indicativos de una posible fragmentación del núcleo.

Sin embargo, no todos los expertos comparten esta visión pesimista. Algunos astrónomos argumentan que Sekanina no consideró factores como el ángulo de fase, que influye en el brillo percibido desde la Tierra. Este ángulo entre la luz solar incidente en el cometa y la reflejada hacia nuestro planeta puede afectar las observaciones.

Semanas después de la publicación del artículo, se registró que el cometa mantenía una magnitud de 9.0, lo que sugiere que podría sobrevivir a su paso por el perihelio, previsto para el próximo viernes 27 septiembre.

Los cometas son impredecibles

Sin embargo, es importante recordar que el comportamiento de los cometas es impredecible. Ya en junio de 2024 se especuló con la posibilidad de que el cometa se estuviera fragmentando, aunque las observaciones más recientes indican que sigue intacto y que su cola ha alcanzado ya los 450.000 kilómetros de longitud.

Los expertos advierten que el hielo que forma la superficie de su estructura podría calentarse y fragmentarse al acercarse al Sol, alterando su apariencia.

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