Joven prodigio
Isah Auwal-Barde ha logrado crear un robot que imita los movimientos del ser humano y que empezó con 15 años. Así funciona funciona.
Tiene mucho mérito lo que se ha conseguido hacer en un joven Nigeria. Isah Auwal-Barde ha logrado crear un robot a partir de restos de basura, optimizando el reciclaje y cuidando del planeta. El androide, capaz de imitar los movimientos de una persona, ha sido construido por un menor, y ha llamado la atención de los investigadores.
Este inventor, de tan sólo 17 años, tardó dos años en construirlo. El joven no tenía financiación, por lo que todas las piezas las encontró o las sacó de la basura, como vienen siendo cables de cobre, tuberías, cartón o diversos metales necesarios para la creación de este androide reciclado.
'iTech' imita los movimientos
El robot, apodado 'iTech', consigue reproducir los movimientos que hace una persona. Para ello, la persona debe colocarse un chaleco, hecho a base de cartón, y realizar los movimientos que desee que sean imitados por el robot, funcionando como un exoesqueleto robótico.
El hito logrado por este joven no ha pasado desapercibido. El chico, que empezó a construir el androide con tan sólo 15 años, ha llamado la atención de muchos investigadores de Estados Unidos, así como del Centro Nacional para la Inteligencia Artificial y la Robótica nigeriano (NCAIR).
El propio Isah concedió una entrevista a periodistas, en la ciudad nigeriana de Kano, en la que ha confirmado que el NCAIR le ha prometido la admisión a una de las universidades del país para estudiar ingeniería informática. No obstante, el chaval expresó su deseo de continuar su educación en el extranjero para cumplir su "sueño" de convertirse en "ingeniero robótico".
Robots para garantizar la seguridad en Nigeria
Además, el joven manifestó que quiere utilizar su don para ayudar al país. En concreto, tiene la honorable intención de "poder producir robots que puedan usarse para abordar los desafíos de seguridad a los que se enfrenta Nigeria".
En la entrevista también estaba presente el padre, el cual explica que "siempre que nuestra electricidad tenía fallos, él era quien la reparaba". De la misma manera, ha afirmado que se siente muy orgulloso de su hijo, al que siempre ha dado "palabras de aliento", diciéndole que "en el futuro se convertirá en ingeniero robótico".
Y de eso no cabe duda. El joven ha deslumbrado, por su corta edad y los escasos recursos, creando un robot capaz de imitar a un ser humano. Un talento que tiene y va a ser potenciado.