Cambio climático

El deshielo polar ralentiza la rotación terrestre y afecta al horario universal UTC

El derretimiento de los polos hace que la Tierra gire más lentamente, afectando a la coordinación de la hora mundial.

En la imagen de archivo, una lancha ligera recorre, entre trozos del deshieloEFE

El aumento del deshielo polar por el cambio climático provoca que la Tierra gire más lentamente. La situación puede afectar a la coordinación de la hora mundial y provoca una discusión sobre cómo sincronizar los relojes atómicos con la rotación del planeta.

Así lo indica el estudio que publica Nature y firma Duncan Carr Agnew, de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos. En él se indica que el deshielo en Groenlandia y la Antártida puede haber reducido más rápidamente que antes la velocidad angular de la Tierra, es decir, la tasa de cambio de la posición angular con respecto al tiempo.

¿Qué es la UTC?

Son muchas las actividades en internet, los móviles o en los mercados financieros que necesitan una escala de tiempo normalizada y precisa. Ella se consigue gracias al Tiempo Universal Coordinado (UTC).

La UTC está fijada por los relojes atómicos (TAI), pero teniendo en cuenta el ritmo del ángulo de rotación de la Tierra que varía. Para ajustarlos ha sido necesario añadir un segundo intercalar, es decir, hacer que un minuto en concreto dure 61 segundos.

Aunque un segundo parece poco, son muchas las actividades en la red que dependen de servidores con tiempos muy exactos. Por ello, el código que lleva la cuenta del tiempo en cada ordenador suele estar diseñado para manejar ese segundo extra ocasional.

¿Quitar un segundo?

La rotación de la Tierra se había hecho gradualmente más rápida, por lo que el tiempo UT1 corría más rápido que los relojes atómicos. Esto implica que, con los años, la hora UTC tendría que perder un segundo para mantener la sincronía. En total, este último minuto de un año determinado tendría que ser de 59 segundos.

La idea de continuar usando segundos intercalares es algo que discute la comunidad internacional. Sin embargo, tampoco se ha pronunciado sobre si sería algo necesario. En caso que sí, sería la primera vez en la historia que se aplicaría.

La investigación de Agnew, para la que empleó modelos matemáticos, indica que ese segundo negativo podría haber sido necesario hacia 2026.

El calentamiento global, según el autor, ha provocado un aumento del deshielo en el Ártico. La situación ralentiza la velocidad de rotación de la Tierra. Dicha ralentización causada por el deshielo retrasa el momento de tomar la decisión de si es necesario o no incluir un segundo intercalar negativo. "Creo que considerar positivo el calentamiento global por su efecto en el cronometraje es como mirar un lago contaminado y considerarlo positivo por sus interesantes colores", señala.

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