PRUEBAS EN LA UNIVERSIDAD DE BILBAO
Una parabólica reflectora recoge los rayos solarres y calienta el aceite de la sartén que se coloca sobre ella. Puede llegar a alcanzar hasta 400 grados.
Lo más importante ante esta 'parabólica' es ponerse gafas de sol a la hora de cocinar ya que la radiación puede dañar los ojos.
También podemos construir un horno solar con una caja de cartón bien aislada y un cristal que recoga el calor del sol. Aunque es un poco más lento del habitual, acaba haciendo su función. Los estudiantes han cocinado, por ejemplo, una exquisita pizza.
Lo que no deja lugar a dudas es que se trata de la cocina más ecológica del planeta.