Desesperación

Familias de La Palma piden ayuda por no poder pagar sus hipotecas

Pese a los anuncios de ayudas gubernamentales, los palmeros denuncian que no han recibido apoyo y los gastos no paran de crecer

Decenas de familias enLa Palma necesitan ayuda. El motivo no es otro sino que la erupción del volcán de Cumbre Vieja les ha hecho perder su vida, su casa, y las soluciones por parte del ejecutivo canario y estatal no terminan de llegar.

El gobierno central aprobó una primera partida urgente de 10,5 millones de euros para comprar casas y enseres. Sin embargo, las palabras no se han traducido en una inyección monetaria que urge en la isla canaria. Tampoco los más de 200 millones de euros aprobados para reconstruir la isla ni los 13 millones del gobierno canario.

En el lado opuesto, por el momento, sólo han recibido 20,7 millones del consorcio de seguros -que solo cubren aquellos que tenían contratado un seguro del hogar- y algunas tarjetas monedero con 100 euros que les están dando algunos ayuntamientos. El problema es que para aquellas familias que se encuentran sujetas a una hipoteca mensual no es suficiente. Y la situación no para de empeorar.

Cada día que pasa es uno más de espera ante el cese de la actividad del volcán de Cumbre Vieja, pero también uno más de gastos que se acumulan y ante los que no pueden hacer frente después de haber perdido sus casas y sus trabajos. Es por ello que los isleños afectados piden sensibilidad a la banca ante lo que están viviendo.

Esto ocurre pese a que el Gobierno central publicó un decreto donde se comunicó nuevas medidas ante las personas más vulnerables por la erupción del volcán. Entre las medidas, una moratoria de medio año en hipotecas y créditos al consumo. No obstante, hasta que entre en vigor los impuestos y pagos no cesan.

Los palmeros se quejan de la situación

Muchos palmeros se encuentran en esta situación pese a haber perdido la casa y la problemática no para de crecer. “No sólo no nos dan ayudas”, detalla uno de los afectados a A3N, “sino que nos proponen reubicarnos en guetos de barracones de casas prefabricadas y pisos comprados por el Gobierno”.

Sin embargo, no les vale. “Queremos que nos den la libertad de vivir donde nosotros queramos o en otros municipios cercanos, pero que nos permitan con ese dinero hacer nuestras vidas”. El problema es que para ello tienen que comenzar a llegar, pero en estos últimos 40 días la cuantía ha sido mínima.

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