La Palma
Antena 3 habla con uno de los primeros símbolos de la destrucción que ha dejado este fenómeno natural que asola la isla
Leticia se convirtió en uno de los primeros símbolos de la destrucción que había dejado la erupción del volcán en La Palma cuando sus imágenes sobre una furgoneta junto a un colchón dieron la vuelta al país. Ahora, un mes más tarde, esta mujer trata de continuar con su vida, aunque la tenga empaquetada por miedo.
“Fue una sensación horrible”, reconoce a Antena 3 esta chica que cogió todo lo que pudo de su casa y no dudó en salir huyendo de la lava del volcán para sobrevivir junto a sus dos hijos. Fue una de las primeras víctimas de esta tragedia, de los símbolos de la destrucción que ha dejado por su paso Cumbre Vieja.
¿Qué se le pasó por la cabeza en ese momento? Ella, sincera, reconoce que “la cabeza no te funciona en esos momentos, te bloquea de todo. Sólo necesitas escapar y que se acabe todo”. El problema es que en su caso la tragedia se mantiene un mes más tarde, desplazada y con sus cosas en cajas por si de nuevo tiene que volver a huir.
Sus hijos, su gran apoyo
“No esperé nunca verme en esa situación, parece de película”, señala a Antena 3, al tiempo que ensalza la figura de sus hijos como antídoto psicológico contra la barbarie. “Los niños me dan fuerzas para seguir adelante, es lo mejor que tengo, a ellos. Porque ahí pierdes todo, pero en realidad pierdes lo material. Mi familia sigue ahí y hay que seguir”.
Tengo todo en cajas por si tengo que salir de nuevo
Unas palabras que ejemplifican su gran fortaleza interna a la que, por el contrario, tampoco le falta miedo. “Claro que estoy en esa situación. Prácticamente tengo todo en cajas por si tengo que salir de nuevo, todas mis cosas en bolsas”, reconoce Leticia, quien subraya la necesidad de “seguir y a ver qué va pasando”.
En aquella ocasión, aquel fatídico día, Leticia sólo pudo coger “un sillón, el colchón de mi madre, un par de cosas, fotos…” y poco más. Eso fue todo. Hoy parte de su vida continúa en esa casa a la que dejó atrás y a la que ansiaría volver, pero la destrucción de la lava en Todoque la ha dejado sin barrio, sin casa y sin pasado. Su futuro continúa en el aire a expensas del volcán.