Un Mundial impredecible: cinco carreras, cinco ganadores distintos y cinco equipos diferentes

Hallar cinco vencedores distintos en las cinco primeras pruebas del Mundial sigue siendo el récord vigente en Fórmula 1; esta situación sólo se ha producido en 1975 y 1983. En el inicio del campeonato de 1975, la Fórmula 1 se ponía al rojo vivo con cinco triunfadores en las cinco primeras pruebas. Fittipaldi (McLaren-Ford), Carlos Pace (Brabham-Ford), Jody Scheckter (Tyrrell-Ford), Jochen Mass (McLaren-Ford) y Niki Lauda (Ferrari) fueron los ganadores. Aquel Mundial de 1975 se lo llevaría al zurrón el Ferrari de Niki Lauda.

Raikkonen y su Lotus, máximos aspirantes para lograr un récord histórico

Sin embargo, habría que esperar a 1983 para que esos cinco vencedores en las primeras carreras lo fueran también de equipos distintos: Nelson Piquet (Brabham-BMW), John Watson (McLaren-Ford), Alain Prost (Renault), Patrick Tambay (Ferrari) y Keke Rosberg (Williams-Ford). El galo Alain Prost se impuso en la sexta prueba. Con la victoria de Maldonado en el GP de España se iguala, por tanto, un récord que permanecía vigente desde 1983. Aquel campeonato se lo llevó Nelson Piquet con apenas dos puntos de ventaja sobre el galo Alain Prost.

Este año no solo se podría repetir, sino superar este récord. ¿Quién podría ser el sexto piloto en discordia? El gran aspirante parece Kimi Raikkonen con su Lotus E20; en Barcelona estuvo a punto de dar caza a Alonso y en Bahréin también anduvo en la pelea por la victoria. Lotus reclama fuerte un lugar en el cajón del podio y, además, Romain Grosjean también confirma la fortaleza del equipo carrera a carrera. Además, aunque Button ganó en Australia, su compañero Lewis Hamilton aún no se ha estrenado.

Cada Gran Premio es un carrusel de adelantamientos
La situación del Mundial, con Vettel y Alonso en lo más alto del Mundial, tampoco despeja la incertidumbre; estamos, sin duda, ante de las temporadas de F1 más emocionantes de todos los tiempos. No podía ser de otro modo con seis campeones del Mundo en parrilla e igualdad máxima entre los monoplazas. La degradación de los neumáticos Pirelli también ha puesto elcampeonato patas arriba y cada Gran Premio se convierte en un carrusel de adelantamientos.

Hemos visto sorpresas como la de Alonso en Sepang, carreras complejas, estrategias variadas, igualdad entre las escuderías punteras y luchas constantes entre grandes campeones sin un monoplaza que abuse de los demás en parrilla, tal y como sucedió el año pasado con el RB7 de Vettel. Tanto es así, que resulta muy complicado adivinar el vencedor de cada Gran Premio; un auténtico reto para los apostantes ya que quizá nunca hubo un Mundial tan igualado en la era moderna de Fórmula 1.