ORIOL SERVIÀ HA SIDO 24º
Que no está del todo contento. Eso fue lo que dijo Fernando Alonso tras sus cuatro vueltas de clasificación, del primer día de clasificación, en las que siguió demostrando que de rookie tiene poco. El asturiano, en su debut en las 500 millas de Indianápolis, luchará por la pole de la carrera tras lograr ser séptimo en la primera jornada de 'qualy' con 370,203 km/h. Ed Carpenter ha sido el más rápido con un registro de 370,902 km/h.
Y eso que solo tuvo un intento por la lluvia. El agua cayó con intensidad sobre el lugar, dejando a los pilotos sin otra opción que la de ir a tope desde el comienzo. No inquietó, ni puso nervioso, a Fernando. Alonso es un ganador, en la F1 o donde sea, y a pesar de ser un debutante no sintió el hecho de ser primerizo. En cuanto se subió al monoplaza y sintió la velocidad de un coche de la Indy se puso a apretar.
Se puso a acercarse a los muros como él sabe hacer. Y se puso a dejar claro que no, que no está en las 500 Millas de Indianápolis solo para pasarlo bien. Está para ganar, sea el año de su debut y sea el enésimo año que compite en esta prueba. En su 'primera vez', Alonso llegó incluso a rodar en velocidades del segundo puesto con su McLaren-Honda Andretti. Parece ser que aquí el motor japonés sí tira. Y tira mucho.
Terminó sus giros con el tercer mejor registro, habiendo salido en 15º lugar y solo teniendo delante a Dixon y a Will Power. Luego le superaron Carpenter, el mejor de la jornada, Hildebrand, Rossi y Takuma sato, pero Fernando, con su séptimo puesto, se asegura estar en su primer año en la lucha por la pole de las 500 Millas de Indianápolis. Quién sabe si podrá lograrlo.
Mientras, Oriol Servià, el otro español, fue de más a menos en su prueba. Empezó fuerte, muy fuerte, rodando por encima de los 370 kilómetros por hora, pero en el segundo giro se vino abajo. Siete kilómetros más lento, la mayor diferencia entre una vuelta y otra de los 32 pilotos participantes, y terminó con la 24ª marca. Eso sí, ha demostrado que velocidad tiene.
Accidente muy fuerte de Sebastien Bourdais
Antes, Sebastien Bourdais había protagonizado el momento más tenso de toda la 'qualy'. El francés, que iba rapidísimo y en registros de pole, perdió el control de su monoplaza y se estampó de frente contra el muro, dejando su coche completamente destrozado. El piloto no perdió nunca la consciencia, y ha sido trasladado al hospital para evaluar su estado.