En el séptimo capítulo, tres barcos vikingos navegan por el río hasta el corazón del poder en el este de Inglaterra: la Villa Real del Rey Aelle. Ragnar Lothbrok llega hasta allí en su búsqueda de un rescate a cambio de la paz. Sin embargo, el rey Aelle tiene en mente un plan muy distintos para estos paganos nórdicos.
En el octavo capítulo, la tradicional peregrinación a Uppsalla para dar las gracias a los dioses provocará un torrente de emociones en Ragnar, Lagertha y Athelstan. Ragnar, incentivado por su esposa va a hacer las paces con las divinidades por la muerte de su hijo no nacido. Lagertha, aún aturdida por su aborto, quiere conocer si podrá tener más hijos en el futuro. Ante la observación de cómo los vikingos van juntos para hacer los agradecimientos y sacrificios ante los dioses, Athelstan descubre la verdadera fortaleza que aún tiene su fe Cristiana.
En el noveno capítulo, la embajada de Ragnar ante el conde Jarl Borg en Gotaland fallará cuando el rey Horik de Dinamarca rechaza un compromiso acerca de la tierra en disputa. Conducido por la ambición y la envidia, Rollo decidirá apoyar a Borg en contra de Ragnar en el enfrentamiento que se avecina como resultado del desacuerdo. En Kattegat una enfermedad contagiosa matará a muchos habitantes, entre ellos a la hija de Lagertha, Gyda, y a la hija de Siggy, Thyri.