Capítulo 8
El grito de auxilio de Suna deja a Seyran abatida: “Me suicidaré”
Tras enterarse de que su padre ha decidido casarla con un hombre desconocido y que al día siguiente se marcha a Antep, Suna pide ayuda a su hermana.
Al regresar a casa, tras la brutal paliza que su padre les ha dado a ella y a su hermana, Seyran se ha enfrentado a Ferit. Con una mirada llena de desprecio le ha dicho: "Eres despreciable, egoísta y patético, un oportunista. ¿Qué más puedes hacerme?".
La tensión entre ambos ha sido palpable, pero antes de que Ferit pudiera responder, ha sonado el teléfono. Suna, llorando desconsoladamente, ha informado a su hermana de su situación: "Mañana me llevan a Antep".
Su padre ha decidido casarla con un hombre de su ciudad natal, y esto es insoportable para ella. "No puedo irme, no soy como tú. Si me obligan, me suicidaré", le ha confesado.
Seyran, angustiada, ha intentado calmar a su hermana, prometiéndole que encontrará una solución. "Te lo juro, Suna. No dejaré que te vayas", le ha asegurado. Suna, por su parte, le ha suplicado: "Haz algo, Seyran. Solo Orhan o Halis pueden convencer a papá".
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Antes de colgar, Suna le ha lanzado una advertencia desgarradora: "Si ese hombre me toca, será mi último aliento. Ya no tengo fuerzas", y con esas palabras, ha dejado a Seyran rota de dolor, decidida a hacer lo imposible para salvar a su hermana.