Capítulo 9

Esme se rebela contra Kazim en una escena brutal y desgarradora: "Se acabó, no puedo más"

La madre de Suna y Seyran ha llegado al límite tras años de abusos y maltratos por parte de su marido.

Tras la fuga de Suna, Kazim ha descargado toda su rabia sobre Esme, dándole una fuerte paliza delante de la tía Hattuc, testigo impotente de la violencia.

Esme ha llegado al límite, cansada de años de maltrato constante. Incapaz de caminar bien por la golpiza, estaba intentando servir una taza de chocolate cuando Kazim ha comenzado a gritarle de nuevo, insultándola sin piedad.

Harta de todo, la mujer ha entrado en la cocina y ha hecho lo impensable. Primero, ha roto con una sartén el candado que cierra el mueble de los chocolates, rompiendo así con el sometimiento por parte de su marido. Luego, ha estallado en llanto, derrumbándose en el suelo mientras gritaba: “Estoy harta, no aguanto más. Se acabó, estoy muy cansada y no puedo seguir. Mis hijas ya se han salvado. Dios puede llevarme ya”.

En medio del ataque de ansiedad, Esme ha desvelado la verdad sin querer y ha dicho que Seyran protegió a su hermana mayor. Kazim, al escuchar esas palabras, ha perdido el control, acusándola de ser una mentirosa. “¡Eres una serpiente!”, ha gritado, dispuesto a pegarle de nuevo.

Pero la tía Hattuc ha intervenido, colocándose entre ellos y enfrentándose a Kazim. “Vete a otra parte a escupir tu veneno”, le ha soltado, dejándolo en ridículo.

Esme, rota en lágrimas, ha abrazado a Hattuc, buscando consuelo ante tanto dolor físico y emocional.