Mejores momentos | 3 de agosto

Fekeli trata de abrirle los ojos a Müjgan: “¿Por qué buscas la felicidad en otra persona que no seas tú?"

Ali Rahmet quiere que la joven crea en sí misma y no dependa de un hombre que la acompañe.

Müjgan acaba de volver de Estambul donde estaba quedándose con Fikret. La doctora se ha enterado de que el joven fue quien empujó a Ümit y no ha querido quedarse a su lado. Al llegar al rancho se ha encontrado con Fekeli, a quien ha pedido perdón. Él, sin embargo, no ha podido hacerlo.

Müjgan está hecha pedazos. No puede vivir sabiendo que su suegro, al que quiere como un padre, no la perdona. Fekeli, aunque no ha aceptado sus disculpas, tampoco se siente bien estando enfadado con la doctora. A él no le gusta verla así. Por eso ha decidido ir a hablar con ella.

Müjgan estaba llorando cuando Ali Rahmet se ha acercado a ella. “No intentes ocultarme tus lágrimas”, le ha dicho. Él sabe que la joven no se encuentra bien, y aunque no la perdonó en su momento, la sigue viendo como su hija. Esto ha emocionado mucho a Müjgan.

Fekeli le ha reprochado a la joven que le haya hecho tanto daño llevándose a su nieto. Ella le ha explicado que solo quería ser feliz por fin y empezar de nuevo. Además, le ha vuelto a rogar a su suegro que la perdone. “Cada uno de nosotros forja su destino con sus acciones y decisiones”, le ha dicho Ali Rahmet.

La doctora ha lamentado haber creído en Fikret, pero Fekeli siente que la joven no haya creído en sí misma. Müjgan es muy joven todavía, y Ali Rahmet le ha aconsejado que no deje su felicidad en manos de otra persona, sino que solo dependa de ella misma.

Además, debe confiar y creer en ella. Solo entonces encontrará a la persona que la acompañe, con lealtad pero sin dependencia. ¿Conseguirá Müjgan creer en sí misma y no depender de nadie?