Indagamos en cómo trataban los rifeños a los prisioneros. Cientos de ellos murieron por enfermedades o el mal trato de sus captores. No trataban a todos los prisioneros por igual, negociaban con los que tenían un alto puesto. Hubo prisioneros que lograron escapar. En 1923, el Gobierno de España desembolsó 4 millones de pesetas para liberar a 326 prisioneros.