IVÁN MUELAS, DOBLADOR
Iván Muelas: "Doblar a Sherlock en sus rápidas conclusiones resulta complicado"
Entrevista a Iván Muelas, actor responsable del doblaje a Benedict Cumberbatch en 'Sherlock'.
¿Cómo es poner la voz a Sherlock Holmes, un personaje mítico de la literatura, en el siglo XXI?
En el caso de 'Sherlock', Pablo Sevilla, el director, me dijo: "hay una serie de Sherlock Holmes y me gustaría que lo hicieras tú. Es un papelazo, una serie muy cuidada de la BBC, está muy bien y te va a encantar". Y, aunque iba sobre aviso, hasta que no llegué a la sala no sabía lo que me iba a encontrar en cuanto al personaje, lo único que me había dicho es que Benedict habla a toda velocidad, pero ahí nos lanzamos…
¿Es diferente doblar a un actor británico que a uno americano? ¿notas la diferencia?
Se nota porque los británicos tienen un inglés mucho más puro, pero como el gran trabajo del director es adaptar el texto a la imagen y al castellano, luego todo va un poco parecido. Los británicos pronuncian mucho mejor, pero hablan a la misma velocidad o más, si cabe.
¿Qué es lo más complicado del doblaje de 'Sherlock'?
Cuando Benedict Cumberbatch está en esas escenas en las que habla a toda velocidad enlazando un tema con otro mientras descubre los secretos de un caso y empieza a atar cabos, cuando maquina sobre la marcha. No se si en la versión original le dejarán improvisar algo, porque si no se lo debe saber todo de memoria, en inglés no da ninguna pista de improvisar porque son todo datos, es muy mecánico.
En el resto de las escenas habla normal, pero lógicamente tú le tienes que dar el tono socarrón porque es un tío hiriente, muy listo, muy chulo e incluso, a veces, desagradable, es muchas cosas a la vez.
¿Y que es lo que más te gusta del personaje y de la serie como espectador?
Como espectador me gusta que la serie está cuidadísima, que en España se le ha dado un trato muy bueno porque incluso los insertos van todos castellanizados, la música está muy bien. Es que la BBC hace muy bien las cosas (risas).
Benedict lo veo un tío raro, con la cara un poquito de niño grande repelente, pero con misterio, tiene carisma, alto y con muy buena planta. No es el típico galán guapete que te da todo hecho, es un tío que dices "¿y este estirado que no sabes por donde te va a salir?". Es raro, pero a la vez te gusta, es una mezcla curiosa.
¿Qué te ha parecido el final de la segunda temporada? Sin desvelarnos nada…
El final es súper intrigante, me encantó. Además da pie a una tercera temporada que ya están grabando, por cierto, y te deja con ganas de más…
Hay una escena en este capítulo en que parece que todo es mentira, y Jim Moriarty tiene una mente tan perversa e incluso más depravada que la de Sherlock que ambos juegan todo el rato al gato y al ratón.
¿Cómo grabáis las escenas en las que aparecen Sherlock, Watson y Moriarty, por ejemplo?
Curiosamente ni Jesús Maniega (actor que dobla al doctor Watson, el personaje de Martin Freeman) ni Luis Manuel Martín (actor que pone la voz de Jim Moriarty, el papel de Andrew Scott) coincidimos en la sala, y esa es también la magia del rodaje. Yo hago mi papel por la tarde y Jesús, por ejemplo, por la mañana, como trabajamos en pistas o bandas de sonido diferentes, luego lo empastan y parece que estamos juntos. Cuando grabo, oigo su banda si está hecha, y sino al revés, el oye la mía y luego empastado parece que estamos los dos juntos. Normalmente trabajamos individualmente, aunque alguna vez sí que hemos estado los tres juntos, que es cuando se trabaja por bloque, pero la gran mayoría de las veces no porque, como estamos sometidos a muchísima prisa, meter a dos o tres personas ralentiza más que si lo hace uno solo.
¿Qué diferencia a Sherlock de Fry de 'Futurama' o Will Smith?
No tienen nada que ver uno con otro. Te adaptas a cada personaje, por ejemplo, con Fry que es un dibujo animado futurista; Will Smith nada que ver, claro, un chico negro y cómico; Sherlock un tipo inglés… Depende de las aptitudes y destreza del actor de doblaje al que llaman para papeles completamente distintos que no tienen nada que ver.
Sawyer, el personaje de Josh Holloway al que también doblaste en 'Perdidos' ¿era más irónico que Sherlock?
Sawyer tenía la vena irónica de Sherlock, pero siendo un tío mucho más rudo, más perdona vidas, no es investigador, es más guaperas, es otro tipo de persona… Sawyer era ironía pura y Sherlock mezcla ironía con inteligencia y suspicacia, es mucho más ambiguo que el personaje de Josh Holloway, que era un tío más de la calle.
¿Es más complicado doblar a un dibujo animado que a un personaje real o viceversa?
Para mí, el dibujo animado requiere más esfuerzo, pero va mucho con la versatilidad del actor. Hay gente que se le da fenomenal y que luego con personas no se maneja tan bien o viceversa. También hay compañeros que clavan ambos.
Un dibujo animado, respecto a un personaje real, es más difícil porque requiere más esfuerzo para dejarlo bien, y debería estar mejor pagado para mi gusto.
¿Os sentís poco valorados los actores de doblaje?
En general, siempre hemos estado infravalorados, siempre. El cine español tiene una especie de cruzada para que desaparezca el doblaje y siempre han estado acusando al doblaje de ser un sistema arcaico que hay que eliminar, y para mí es un tremendo error.
Nadie tiene que imponer el idioma cuando a día de hoy se puede elegir entre la versión original y la versión doblada, son dos idiomas que pueden convivir perfectamente. A mí me da mucha pena que, hace años, el doblaje español estaba considerado el mejor del mundo, y ahora hemos pasado de eso a que algunos medios quieran tirar más hacia la versión original. Que cada uno elija si quiere verlo en inglés o en español, porque hay muchas cosas dobladas que ganan respecto a la versión original, le pese a quién le pese. Si hay un producto que supera a la versión original, que lo digan también. A mí me ha pasado con gente que me lo ha dicho con 'Futurama': "he visto 'Futurama' en inglés y me parece una castaña".
¿Por qué lo doblado tiene que ser sinónimo de empeorar? Pues no. Soy el primero que dice que un mal doblaje se carga una buena película, pero un buen doblaje mejora muchas películas mediocres y muchas series también, las potencia. Le da una personalidad que la propia serie, la voz o el personaje no tienen.
¿Infravalorados? Lo hemos estado siempre, pero últimamente, gracias a internet, Facebook, Youtube… se le está dando más reconocimiento que antes de que existiera internet, y lo tengo que agradecer sobre todo a la gente joven que se va interesando de este mundo. Es que detrás de esas películas y series hay un actor de doblaje, y eso merece también reconocimiento porque está viendo un 50% de imagen, pero el otro 50% lo estás escuchando. Que la gente culpe, en parte al doblaje de que no se sepa en inglés es ridículo y ser actor de doblaje merece tanto o más reconocimiento que un actor de imagen.
También hay actores de imagen que se doblan así mismos y no lo hacen muy bien…
Y encima esos actores son los mismos que critican el doblaje y luego se doblan así mismo en algunas películas y los resultados son lamentables. Eso son modas que copiamos de Estados Unidos ya que actores como Mel Gibson o Eddie Murphy ponen voces a dibujos animados pues aquí también, pero ellos no doblan, ellos lo leen, y en base a su lectura crean le personaje y adaptan la boca a su voz, eso no es ser actor de doblaje ¡eso lo puede hacer cualquiera! Ellos no tienen que mirar un monitor ni tienen que meterse en la piel de nadie porque luego el personaje va ir creado en base a lo que hayan hecho ellos, y eso es maravilloso, pero eso no es ser actor de doblaje.
Aquí ponen a doblar al personaje de moda, da igual si lo hace bien o no, es puro marketing. Las distribuidoras dan el OK y adelante porque creen que van a vender más.
Por supuesto, el trabajo de Florentino Fernández en 'Austin Powers' es genial, magnífico, hizo un trabajo brutal, tanto en el personaje protagonista como en el resto a los que dobla, pero sobre todo a Austin, está francamente bien. En el caso de Florentino o José Mota, son gente que tienen muchas aptitudes cómicas y artísticas para poder doblar un personaje. No todos los famosos pueden hacerlo, pero en su caso sí.
Hay voces, como la de Bruce Willis, que sin Ramón Langa no sería lo que es…
La voz de Willis es horrorosa y es mejor la de Ramón, la de De Niro no es nada comparada con la de Ricardo Solans, la de Don Johnson cuando hacía 'Corrupción en Miami' por ejemplo, al lado de la de Salvador Vidal, nada que ver… Y gracias a esos actores de doblaje han conseguido crear un carisma y una asociación tan buena que cuesta despegarse de eso, hemos crecido con esas voces y son interpretaciones maravillosas a la altura de esos actores.
Gracias a internet, el doblaje está teniendo cierto reconocimiento y la gente va entendiendo que esto es un trabajo tan digno como el de imagen, e incluso más difícil, porque, por ejemplo, vestido de pirata, estudiando el guion desde hace más de un mes, te metes más en el papel que vestido de calle en un estudio y donde no sabes con lo que te vas a encontrar. A nosotros ni nos dan la película por adelantado, ni nos cuentan nada, vas a trabajar y el director te dice en el momento lo que tienes que asumir y el personaje que tienes que doblar.
¿Uno de los éxitos de ‘El príncipe de Bel Air’ fueron sus latiguillos en castellano?
Hacíamos muchos (risas) Eso fue una adaptación al castellano pura y dura, muchas veces a lo mejor nos pasábamos un poquito de rosca, pero a Antena 3 le encantó. Eso fue gracias a la labor de equipo, del director Francis Dumont, de los compañeros como Rafa Romero, Yolanda Mateo… La cadena nos dio vía libre para adaptar el texto como quisiéramos y gracias a eso, a que nos dieron libertad para adaptar algunos chistes americanos que aquí no tendrían gracia o no se entenderían el éxito que tuvo. Fue una serie única en cuestión de adaptación de doblaje. Mucha gente nos decía: "el 80% del éxito de la serie sois vosotros".
Recuerdo que cuando Will Smith vino al prestreno de 'Soy leyenda' le pusieron la canción de la serie en español y no se enteraba de nada, pero es que todo el mundo recuerda: "Al oeste en Filadelfia crecía y vivía…" y no la versión en inglés. Will se quedaba con una cara cuando le cantaban eso, no entendía lo que decían. La gente tiene en la cabeza lo que nosotros hicimos, esa es la magia del doblaje.
¿Qué recuerdas de esa época?
Son muchísimas anécdotas porque fueron muchos años, la serie empezó en 1990 y acabó en 1996, había muchos parones en el rodaje americano ¡e incluso hice la mili mientras doblaba la serie! (risas) por la mañana al cuartel y por la tarde a doblar la serie. Muchas veces teníamos que parar porque nos mondábamos de risa, fue una época maravillosa.
¿Conoces algún actor de los que has doblado?
No, a ninguno. Tuve la oportunidad de conocer a Will Smith cuando vino a España a promocionar su disco y Antena 3 me llamó para acudir a una cena, pero no pude ir, pero me hubiera gustado mucho. Por conocer, me gustaría conocer a todos los que he doblado y verles en persona, no es cosa que me quite el sueño, pero sería una experiencia.
¿Te han dicho alguna vez "tu voz me suena"?
No, nunca (risas) La voz cambia mucho cuando estás hablando de forma natural a cuando la estás proyectándola sobre un micrófono, excepto si eres Ramón Langa, por ejemplo, que tiene una voz muy poderosa y carismática. En mi caso no me han reconocido, paso desapercibido.
¿Qué es lo mejor del mundo del doblaje?
El arte del doblaje es lo mejor de este trabajo, hay compañeros maravillosos, gente estupenda, y la magia de ir cada día a un reto nuevo, diferente, no saber lo que vas a hacer, saber que tienes que dar lo mejor de ti… El resultado también, soy muy autocrítico, casi todo lo que hago lo veo, lo grabo o me lo compro y me gusta oírme para tratar de mejorar.
El doblaje es magia, imprimir tu personalidad en el personaje, el regalo de darte un actor original y que sea tuyo en ese momento.